Receta de cordero en escabeche

Este cordero en escabeche es una forma fresca y saludable de cocinar una carne con nombre propio. El cordero puede estar listo para completar ensaladas, servir de base de cualquier comida o convertirse en el eje central de una cena a la luz de las estrellas. Ha llegado el momento de buscar recetas que sean sencillas y que duren varios días. La nevera para el fin de semana estará lista con un poco de cordero preparado para disfrutarlo que podemos acompañar de un poco de arroz blanco regado con su aliño. Atrévete a probar una receta sencilla y deliciosa, este escabeche te conquistará.

Ingredientes:

Cómo preparar cordero en escabeche

1. Para esta receta podemos utilizar cualquier parte del cordero. Es este caso unas chuletas se mantendrán más firmes, aunque las serviremos sin el hueso para que sean más fáciles de comerse.
2. Salpimentamos la carne, la vamos a dorar en una cazuela con un poco de aceite. Debe quedar sellada para que conserve todos sus jugos en el interior.
3. Usaremos en este escabeche unos cítricos, la naranja y el limón le darán un sabor de lo más interesante a esta carne.
4. Añadimos estos dos ingredientes a la cazuela. Ponemos los clavos, el laurel, la pimienta y la media cabeza de ajos que servirán para aromatizar el codero.
5. A continuación, incorporamos el vinagre con el aceite y el vino blanco seco. Para rebajar la intensidad de este escabeche, añadimos agua.
6. Lo bueno de cocinar nuestro propio escabeche es que lo podemos personalizar dándole un sabor más o menos avinagrado.
7. Tapamos la cazuela y dejamos que el cordero se cocine a fuego lento una hora y media. Comprobamos su cocción de vez en cuando hasta que quede tierno.
8. Lo mejor de un escabeche es que está más bueno si reposa un poco. Podemos dejarlo en la nevera uno o dos días para que acabe completando cualquier plato.
9. El mismo sistema de este escabeche lo podemos utilizar en más carnes, como la de pollo que tardará un poco menos en estar lista o la del cerdo.
10. Atrévete con un cordero en escabeche que no tiene ningún secreto, solo una buena materia prima y un poco de paciencia. El resultado merece la pena.