Comer por los ojos…
La frase comer por los ojos tiene una explicación científica según varios estudios realizados recientemente.
Comer por los ojos es una de esas frases que se graban a fuego. Hay personas que solo ven el plato y ya empiezan a sacar conclusiones. Si hay demasiada comida o poca, si estará bueno o malo, si nos gustará o no, es algo que podemos asimilar antes de empezar a juzgar los primeros bocados. Estas conclusiones suelen ser un proceso que hacemos de forma inconsciente y que tienen una explicación científica, comer con los ojos tiene todo el sentido del mundo según la Universidad de Oxford.
¿Por qué comemos por los ojos?
Según la universidad de Oxford ver demasiadas fotografías de comida puede ser perjudicial. Estamos sobre expuestos a una serie de imágenes que lo hacen es hacer que el apetito se reduzca o algunas veces se exceda. Estos excesos son los que marcan la diferencia y nos producen una falta de apetito que puede ser variable. Según el mismo estudio puede fomentar la obesidad o la anorexia de un modo impensable.
Instagram es una de las fuentes más frecuentes de fotos de comida y que puede provocar peores efectos sobre la salud de nuestro cuerpo. Las imágenes de comida son un aliciente que nos sacia de una forma sorprendente y que puede hacernos sentir mucho peor de lo que estamos. Comparar el tipo de alimentación y distinguir el tipo de hambre que nos produce es esencial.
Algunas veces nos encaprichamos de lo que vemos, una serie de alimentos saludables que pueden ser más o menos apetecibles. Otras, se trata de postres que son realmente contundentes. Dulces o salados que contienen una gran cantidad de grasas y que son en cierta manera mucho más apetecibles en fotos. Una manera de desequilibrar nuestra dieta y hacer que el cuerpo se convierta en una fuente de influencias externas.
Un estudio del CSIC ha resaltado el poder de los ojos a la hora de comer. Hicieron un pequeño ensayo con vinos tintos o blancos que dieron a probar a diversos comensales. La mente se hace una idea de los vinos nada más verlos. Utilizar un tinte con el color contrario, puso de manifiesto que nos centramos más en el color que en el gusto a la hora de terminar la calidad o la procedencia del vino. El gusto se ve condicionado por la vista que es la que marca la diferencia.
La frase comer por los ojos es inevitable, tengamos o no hambre, la vista juega un papel muy importante a la hora de sentarnos frente a una mesa repleta de comida.