Receta de Tarta de plátano, miel y canela

Una tarta de plátano, miel y canela es un acierto completo, no solo por la cantidad de nutrientes sino por lo deliciosa que queda. Por un lado, la miel de abeja es una maravilla natural que por siglos fue usada como remedio y como ingrediente en la cocina. Contiene carbohidratos, glucosa y fructosa, además de antioxidantes poderosos, enzimas, vitaminas, minerales y ácidos orgánicos. Sus propiedades bactericidas son especiales para el tratamiento para la exfoliación de la piel y para el acné, entre otros muchísimos usos.

La canela, por su parte, es una especia muy utilizada en la gastronomía alrededor del mundo. Sus numerosas propiedades la convierten en una excelente aliada para mantener la salud, y cuando se combina con la miel se transforma en un poderoso alimento capaz de curar y de mantener alejadas varias enfermedades. Ayuda a regular la glucosa en la sangre, controla la tensión arterial, combate afecciones de las vías respiratorias y mejora los trastornos digestivos.

Ingredientes:

Cómo preparar la tarta de plátano, miel y canela:

1. Precalentar el horno a 180° C.
2. Engrasar y enharinar un molde.
3. En una cacerola pequeña, poner la leche, la mantequilla y las 4 cucharadas de miel. Calentar sin dejar que hierva. Reservar.
4. Tamizar la harina junto con la levadura y la canela.
5. Agregar poco a poco el azúcar y las nueces troceadas.
6. En un bol aparte, aplastar los plátanos maduros hasta hacerlos puré.
7. Batir los huevos.
8. Añadir los huevos a los plátanos y luego incorporar la mezcla de leche y miel. Remover muy bien.
9. Agregar la harina tamizada, mezclando bien con cuchara de madera hasta que no queden grumos.
10. Verter la mezcla en el molde y hornear 45 minutos.
11. Si pasados 30 minutos la superficie está dorada, tapar con papel de aluminio hasta que esté lista.
12. Introducir un palillo y si sale limpio, la tarta estará lista.
13. Sacar del horno y dejar enfriar unos pocos minutos.

Sirve la tarta de plátano, miel y canela todavía caliente y báñala con un poco de miel adicional. Puedes degustarla tanto en el desayuno como en la merienda, acompañada de una humeante taza de buen café con leche o, si hace calor, con un vaso de té helado.