Receta de morcilla en salsa de tomate

Con la receta de morcilla en salsa de tomate se prepara un delicioso plato provisto de texturas, sabores y ricos aromas. Se seleccionan morcillas de dos tipos: de cebolla y de arroz, cortadas en rodajas. Después se fríen y se bañan en salsa de tomate, preferiblemente hecha con tomate frito en conserva. Utilizar este producto facilita y agiliza el procedimiento de elaboración de la receta.

La morcilla se elabora con sangre cocida, generalmente, de cerdo. Para su presentación, es embutida en tripas de de cerdo y, gracias a ellos, la forma tubular de la misma. La morcilla contiene nutrientes favorables para la salud, aporta zinc, magnesio, potasio y hierro. El hierro es un mineral muy importante, ya que es interviene en la formación de la hemoglobina, una proteína encargada de transportar el oxígeno a distintos órganos.

Ingredientes:

Cómo preparar la receta de morcilla en salsa de tomate:

1. Pelar y cortar la cebolla en pequeños trozos.
2. Pelar y cortar el ajo en trozos pequeños.
3. Lavar y cortar el pimiento verde en trozos pequeños.
4. En una sartén, verter un cuarto de taza de aceite de oliva virgen extra. Calentar a fuego medio e incorporar la cebolla, el ajo y el pimiento picados. Cocinar durante 7-8 minutos, removiendo frecuentemente.
5. Transcurrido el tiempo, verter el vino blanco y dejar cocinar durante 10 minutos, sin dejar de remover. Durante este tiempo se evaporará el alcohol.
6. Añadir el tomate frito, añadir el azúcar y sal al gusto. Remover y dejar cocinar durante 15 minutos a fuego medio.
7. Mientras tanto, en otra sartén, verter un cuarto de taza de aceite de oliva virgen extra y calentar a fuego alto. Incorporar las morcillas y freírlas por ambos lados.
8. Cuando esté lista la salsa de tomate, verterla en la sartén con las morcillas. Cocinar durante 2 minutos fuego medio-alto.
9. Poner el conjunto a punto de sal.

Prepara en casa esta deliciosa receta de morcilla en salsa de tomate. Puedes acompañarlas con patatas al vapor, fritas o pan. Es un plato muy apetitoso que todos querrán repetir. Si quieres compensar el punto graso de la morcilla, siempre puedes acompañar el plato con una buena ensalada de lechuga y tomate, incluso con algunas refrescantes frutas.