Receta de Jengibre confitado
La receta de jengibre confitado nos permitirá disfrutar siempre que queramos de un ingrediente con muchas propiedades beneficiosas para nuestro cuerpo. El primer bocado de esta raíz es siempre sorprendente, ese sabor dulzón y con un toque picante que engancha de inmediato. Muchas son las recetas que incorporan esta delicia, todas y cada una nos permiten disfrutarlo en pequeñas cantidades. Gracias a este jengibre confitado podremos complementar dulces de una forma extraordinaria y hacerlo participe de los postres de toda la familia. Toma nota de cómo se prepara un jengibre confiado fácil y rápido, empieza a crear postres saludables.
Ingredientes:
Cómo preparar jengibre confitado
- Para confitar este tipo de ingredientes necesitaremos hacernos con las herramientas necesarias. Un termómetro de cocina nos ayudará a saber en todo momento la temperatura de nuestra receta, permitiéndonos ser mucho más precisos en cada uno de los pasos.
- Empezaremos este jengibre confitado preparando el ingrediente principal. El jengibre es una raíz que tiene un exterior un poco duro, con la ayuda de una mandolina lo pelaremos con cuidado.
- Cortamos el jengibre en pequeñas rodajas o cuadraditos del mismo tamaño para poder tenerlos siempre listo a la hora de decorar nuestros platos o hacerlo más apetecible visualmente.
- En una olla vamos a poner el jengibre con agua para que se empiece a ablandar y sea más fácil trabajar con este ingrediente.
- Coceremos el jengibre durante unos 10 minutos a fuego medio, dependiendo del tamaño de los trocitos podemos dejarlo más tiempo.
- Escurriremos el jengibre y lo reservaremos para que quede suave. La textura debe ser blanda, nos quedará confitarlo y cocinarlo más, pero el primer punto de cocción es el más importante de todos.
- Ponemos en una olla el azúcar con el agua. Dejaremos que se cocine una especie de almíbar en el que incorporaremos el jengibre para que se vaya confitando.
- La temperatura de este almíbar deberá llegar a 106 º, en ese momento paramos el fuego. Coceremos la preparación durante media hora a fuego bajo para que mantenga la temperatura.
- Cuando tenemos el jengibre listo lo retiramos de esa especie de almíbar en el que se ha cocinado.
- Preparamos el azúcar, lo colocamos en un plato y vamos rebozando el jengibre. El último paso será dejar secar estos daditos de jengibre encima de una rejilla o en una bandeja con papel de horno durante unas 8 horas, hasta que hayan absorbido todo el almíbar.
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