Receta de calamares a la romana con cerveza
Un buen plato de calamares a la romana con cerveza es la tapa más buscada de cualquier bar, restaurante o comida casera que se precie.
Un buen plato de calamares a la romana con cerveza es la tapa más buscada de cualquier bar, restaurante o comida casera que se precie. Este tipo de calamar se reboza con una cobertura sencilla que tiene como signo de identidad la suavidad de la cerveza que ayuda a recrear un crujiente digno de los dioses. Si quieres probar a hacer tus propios calamares caseros, solo necesitas unas anillas de esta delicia que puedes comprar frescas y congeladas, harina, cerveza y poco más. Atrévete con la tapa más buscada, el resultado es realmente espectacular.
Ingredientes:
Cómo preparar calamares a la romana con cerveza
- Esta receta además de ser muy sencilla es un éxito sin precedentes. Cocinaremos estos calamares en un abrir y cerrar de ojos, con mucho cariño y dándoles un acabado de profesional.
- La materia prima es la que marcará la diferencia, en este caso, estaremos ante un ingrediente con muchos seguidores. Este producto del mar que puede ser fresco o congelado tiene una textura que lo convierte en especial.
- Nos ponemos manos a la obra con los huevos. Batimos estos huevos hasta que estén perfectamente integrados y nos sirvan de base del rebozado.
- Salpimentamos las anillas y ponemos con el huevo. Mezclamos bien sin miedo y con las manos hasta que estén perfectamente cubiertos.
- El huevo es el primer paso, pero le faltará la otra parte de la ecuación. Tamizamos la harina y la mezclamos con la cerveza.
- Esta masa que se conseguirá será la que envuelva a la perfección los calamares. La cerveza tendrá un punto de alegría que conseguirá que se cree un rebozado de profesional.
- Podemos usar un tipo de harina sin gluten, quedarán igual de bien. Esta masa será la que cubra las anillas que tenemos rebozadas con el huevo.
- Preparamos la sartén con abundante aceite. Cuando esté caliente vamos friendo los calamares, es importante que esté caliente para que nos quede un rebozado crujiente.
- Con el aceite bien caliente es cuando debemos ponernos para que no se nos desprenda el rebozado y nos queden perfectos.
- Bajamos un poco el fuego y dejamos que se cocinen hasta que estén dorados. Retiramos del fuego y ponemos sobre papel absorbente para que eliminen el exceso de aceite.
- Servimos esta delicia con un poco de alioli, kétchup o mayonesa, tendremos lista la tapa más increíble y tradicional del mundo.
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