Poleá: receta tradicional andaluza con sabor a infancia


Descubre cómo preparar poleá, el postre típico de Andalucía hecho con harina, leche, azúcar y anís. Una receta sencilla con historia y sabor casero.
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Quien haya crecido en Andalucía sabe bien que pocas cosas huelen tan bien como una olla de poleá en el fuego. Ese perfume a canela, anís y leche caliente llena la casa y despierta recuerdos de otros tiempos. Es una receta sencilla, de las de antes, hecha con ingredientes humildes y mucho mimo. No necesita lujos, solo paciencia y ganas de compartir.
Durante décadas fue un plato habitual en las cocinas de Cádiz, Sevilla o Huelva, especialmente en los días fríos o cuando había poco que echar al puchero. Las abuelas la preparaban para desayunar o merendar, y bastaba con unos picatostes y un toque de azúcar para que el día mejorara al instante.
Hoy sigue siendo un pequeño placer de cuchara, un modo de reconectar con los sabores que marcaron la infancia de muchas familias andaluzas.
Ingredientes
Preparación
- Aromatizar el aceite
Calienta el aceite en una sartén y añade el anís en grano. Deja que se fría un momento, lo justo para que desprenda su aroma. Ese paso tan simple es el alma de la receta. - Freír los picatostes
Corta el pan en pequeños dados y fríelos en el mismo aceite hasta que estén dorados. Sácalos y déjalos escurrir sobre papel de cocina. Cuela el aceite y resérvalo para el siguiente paso. - Tostar la harina
En una cazuela, pon el aceite aromatizado y añade la harina. Remueve sin parar para que se dore de manera uniforme. En cuanto cambie de color y empiece a oler a masa tostada, apaga un poco el fuego. No debe quemarse, solo dorarse suavemente. - Añadir la leche
Incorpora la leche poco a poco mientras remueves para evitar grumos. Agrega la cáscara de limón y la canela. Cocina a fuego medio-bajo hasta que la mezcla espese y adquiera una textura cremosa. - Endulzar y dar el toque final
Añade el azúcar y mezcla bien hasta que se disuelva por completo. Si te gusta con más aroma, puedes añadir unas gotas de anís dulce, aunque no es imprescindible. - Servir
Retira la canela y el limón. Sirve la poleá caliente, espolvorea con canela molida y coloca los picatostes por encima. También puedes añadir un poco de miel o azúcar, según tu gusto.
Consejos y variantes
- Puedes usar leche semidesnatada para aligerar la receta.
- Una pizca de sal al principio ayuda a realzar el sabor.
- Si te apetece probar algo distinto, añade almendras tostadas o un toque de miel al final.
Un sabor que cuenta historias
La poleá es mucho más que un postre. Es una muestra de ingenio, una manera de transformar lo poco en algo reconfortante. Durante años alimentó a familias enteras y, aunque hoy ya no se prepare a diario, sigue siendo un símbolo de hogar. Cada vez que se cocina, algo del pasado vuelve a la mesa: las tardes tranquilas, el olor a campo, la voz de quien removía la cazuela con cariño…
Tiempo de preparación: 30 minutos
Porciones: 4
Información nutricional (por porción): 280 kcal | 10 g de grasa | 42 g de hidratos de carbono | 4 g de proteínas
Tipo de cocina: Andaluza tradicional
Tipo de comida: Desayuno o merienda