Bizcocho de manzana y canela, receta fácil de preparar

En la práctica culinaria, el bizcocho de manzana y canela es un tándem ganador. Es usual la combinación de esta fruta con la mencionada especia, pues la mezcla de sabores de ambas queda estupenda en cualquier tarta, pastel o bizcocho. La manzana, tan tradicional en nuestras tierras, cuenta con una gran cantidad de virtudes nutricionales, y por eso el dicho: “comer tres manzanas al día mantiene al doctor alejado”.

La canela también es maravillosa para la salud del organismo. Este condimento aromático proviene de la corteza del canelo, se usa en forma de polvo o “en rama”, es decir, los palitos de canela enteros. Entre otras cosas, ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre, mejora el estado de ánimo, ayuda en la digestión y disminuye la presión arterial. Su sabor es típicamente dulzón y es muy común en la gastronomía asiática y del Medio Oriente.

Ingredientes:

Cómo preparar el bizcocho de manzana y canela:

1. Pelar y cortar 2 manzanas en trocitos pequeños, ponerlas en un bol.
2. Echar por encima 1 cucharadita de canela y 2 cucharadas de azúcar. Mezclar bien y reservar para que absorban el sabor.
3. En otro bol batir el azúcar y los huevos hasta blanquear.
4. Añadir poco a poco el aceite y la harina, los polvos de hornear y 1 cucharadita de canela.
5. Batir bien durante unos minutos, para desintegrar los grumos.
6. Agregar las manzanas troceadas y remover con espátula.
7. Forrar con papel vegetal el fondo de un molde y untar las paredes con mantequilla.
8. Verter la mezcla. Precalentar el horno a 180°C.
9. Aparte, cortar la manzana restante en láminas y colocarlas en redondo, encima del bizcocho crudo. Espolvorear con azúcar.
10. Hornear entre 40-45 minutos, hasta que al introducir una aguja esta salga limpia.
11. Fundir la mantequilla, añadir ½ cucharadita de canela y 2 cucharadas de azúcar glas, mezclar bien y bañar el bizcocho después de salir del horno y antes de que se enfríe.

Este bizcocho de manzana y canela es un dulce regio, inolvidable. Puedes adornar con nata montada, unos trocitos de nueces y un hilito de caramelo, pero si no te dan ganas de trabajar tanto, pues sírvelo tal cual, con el glaseado solamente. Es una merienda espectacular, que encantará a todos en casa.