Manitas de cerdo en salsa de la abuela
Las manitas de cerdo en salsa de la abuela son uno de esos platos tradicionales que merece le pena preparar. Un viaje al pasado sencillo y fácil de cocinar que nos transportará a un universo de sabores muy marcado. Las manitas de cerdo son esa carne delicada de textura gelatinosa que cocinamos muy de vez en cuando, ese pequeño placer que asociamos a la tranquilidad y a una mesa llena de detalles. El pan rústico o el vino tinto no pueden faltar para acompañar de todo corazón a este plato. Si te apetece darte un pequeño capricho toma nota de estas manitas de cerdo en salsa de la abuela, encontrarás todos los sabores de una cocina con alma.
Ingredientes:
Cómo preparar manitas de cerdo en salsa de la abuela
- Empezamos la receta preparando las manitas de cerdo como se debe hacer. Las ponemos en un recipiente cortadas en pedazos del mismo tamaño a remojo con agua y medio vaso de vinagre. Con esta técnica conseguiremos que queden bien limpias.
- En una olla ponemos aceite de oliva y empezamos a dorar los ajos, los pelamos y cortamos en trozos grandes. Cuando estén dorados, añadiremos el trozo de pan y lo freiremos, lo retiramos para hacer el majado más adelante.
- Picamos el ajonjolí en el mortero, añadiremos un poco de agua para que quede como una pasta compacta con cierta textura. La añadimos directamente a la olla y vamos removiendo.
- Seguimos dorando el pimentón, la cayena y a continuación, pondremos un litro de agua. Para empezar a cocinar de nuevo las manitas y crear esa salsa de la abuela pondremos todas las especias. Incluiremos también el pan frito que habremos triturado en el mortero, con un poco de vinagre y ajonjolí.
- Cuando empiece a hervir esta mezcla será el momento perfecto de poner las manitas de cerdo. Rectificamos de sal y pimienta, tapamos la olla y dejamos que se cocine. Con la olla express ahorraremos un poco de tiempo, suelen tardar unas dos horas en estar perfectas.
- Servimos estas manitas de cerdo con unas patatas gajo o una ensalada sencilla para completar un menú, donde este plato será el verdadero protagonista. Un poco de pan será el encargado de permitirnos disfrutar de una salsa de la abuela que nos traerá recuerdos increíbles.
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