Receta de tarta de galletas con crema de avellanas

La tarta de galletas con crema de avellanas es un postre rápido, sencillo y delicioso. Las tartas de galletas nos ofrecen la posibilidad de cocinar sin horno y de conseguir un resultado maravilloso. La base de este dulce será una crema de avellanas que podemos preparar fácilmente y tiene todo lo necesario para triunfar. La clásica tarta de la abuela dejará paso a una versión un poco más moderna que sorprenderá a todo aquel que la pruebe. Si quieres disfrutar de uno de los mejores postres que se pueden preparar en menos de media hora y sin horno, toma nota de esta tarta.

Ingredientes:

Cómo preparar una tarta de galletas con crema de avellanas

1. Este postre es uno de los más sencillos que existen con un resultado increíble. Vamos a empezar a cocinarlo preparando la crema. La base de esta receta son unas increíbles avellanas que acabarán convirtiéndose en un cremoso relleno.
2. Ponemos las avellanas en el vaso de la batidora. Vamos a triturar al máximo las avellanas, las dejaremos lo más finas posibles. Cuando estén listas les iremos incorporando el resto de los ingredientes.
3. Montamos la nata hasta que tenga una textura consistente, le agregaremos el azúcar sin dejar de batir hasta que quede lo más cremosa posible. La nata rebajará un poco el sabor de las avellanas que podemos potenciar con un poco de licor a nuestro gusto.
4. Con la base de nata lista, nos ponemos manos a la obra con las avellanas. Vamos a fusionarlas con un ingrediente básico de cualquier tarta, el chocolate. Podemos usar un chocolate blanco, con leche o negro, esta combinación nunca fallará, siempre quedará perfecta.
5. Fundimos el chocolate en el microondas y le incorporamos las avellanas. Esta masa compacta irá directamente al completarse con la nata. Si queda muy espeso podemos rebajar un poco el contenido con un poco de leche.
6. Tendremos el relleno listo, solo nos faltará montar la tarta. Vamos a untar una fuente con mantequilla. Mojamos cada galleta en café y la vamos a ir colocando por toda la fuente. Ponemos una primera capa de relleno. Repetimos la operación con más relleno y volvemos a ponerle galletas. Finalmente le colocamos un poco de coco rollado o chocolate por encima. Dejamos en el congelador y disfrutamos bien fresquita.