Receta de Sopa de patatas y espinacas
Prepara esta receta de sopa de patatas y espinacas, y sorprende a tus invitados con el rico sabor de las patatas y las espinacas. Anota sus pasos.
Esta sopa de patatas y espinacas resulta perfecta para una cena familiar; incluso a los niños les gustará aunque alguno no coma espinacas. Es una forma perfecta de consumir esta verdura que tiene tanto hierro y vitaminas. La espinaca es una planta humilde y generosa, que se cultiva fácilmente y crece durante los meses más fríos. Tiene tantas propiedades que se usa desde hace muchos siglos como medicina.
Y si hablamos de las patatas, de este tubérculo americano al que se le llama papa en América, habrá que reconocerle que calmó la hambruna europea a partir del siglo XVIII, porque antes era considerada una planta ornamental por sus hermosas flores. Costó un poco para aprender a comerla, porque sus frutos son tóxicos, y lo que se come de ella es el tubérculo.
Recordemos que la patata fue llevada a España desde el antiguo Perú en 1554, como una curiosidad botánica. Y a partir de las hambrunas en Sevilla entre 1571 y 1574, se decidió empezar a comer los tubérculos que no gozaban de buena reputación, porque no sabían cómo prepararlos primero, y después porque fue comida de pobres e indigentes.
Ingredientes:
Cómo preparar sopa de patatas y espinacas:
- Pelar y picar las patatas en trozos pequeños.
- Lavar las espinacas y reservar las hojas. Picarlas todas en tiras finas, si se desea.
- Poner los tomates, la cebolla, el ajo y el tallo de apio en el vaso de la licuadora con un poco de agua. Triturar bien.
- En una cazuela, poner dos cucharadas de aceite, y cuando se caliente, echar las patatas, remover hasta que doren un poco.
- Cuando las patatas estén doradas, agregar el triturado. Sofreír durante dos minutos.
- Agregar el caldo y salpimentar.
- Agregar las espinacas, revolver y corregir de sal.
- Bajar el fuego, tapar la cazuela y cocinar durante 20 minutos sin que el caldo se consuma.
- Servir bien caliente la sopa, con los invitados ya en la mesa.
La sopa de patatas y espinacas es perfecta como entrante o como cena ligera. Puedes hacerla añadiéndole un chorrito de leche y el sabor te sorprenderá. Incluso, también puedes agregarle huevo cocido. Si a los pequeños de la casa no les gusta la espinaca, lo mejor será triturarlas antes de echarlas a la sopa. El caldo se volverá verde, eso sí.