Receta de Garbanzos con calabaza y toque de azafrán
Los garbanzos con calabaza te darán una sensación energética notable para seguir tu día. Aquí te dejamos el paso a paso.
Los garbanzos con calabaza son una receta clásica que aún se conserva en algunas familias. En algunos países del Medio Oriente se sirven platos en donde ambos ingredientes son los protagonistas, lo que explica la presencia de este tipo de platos en la gastronomía española. Esto es lo que se conoce en disciplina culinaria como un potaje, el cual incorpora legumbres y vegetales cocinados con agua. Es muy común utilizar un sofrito para exaltar el sabor de algunos ingredientes propios de estas mezclas.
Los garbanzos combinan prácticamente con cualquier verdura o vegetal. En España existe la tradición de prepararlos con tomate, cebolla, ajo y alimentos como las patatas o la calabaza. Lo mejor de esta receta es que no se necesitan carnes para lograr una preparación sustanciosa y energética. Sin embargo, siempre es factible añadir un poco de chorizo y hasta un huevo para mejorar tanto el sabor como el valor nutritivo. Este tipo de potaje permite la integración de un gran conjunto de ingredientes que en pequeñas cantidades logran excelentes resultados.
Beneficios nutricionales
Estos garbanzos con calabaza tienen un potencial nutritivo bastante provechoso. El garbanzo proporciona proteína vegetal, fibra y alimenta mientras permite controlar el colesterol malo. Por su parte, la calabaza ofrece un grupo amplio de sustancias biológicas en pequeñas cantidades. Destacan el Omega 3, las vitaminas A y C, folatos, calcio y hierro. A esto se debe sumar el aporte del resto de las verduras presentes en esta preparación. A continuación, te explicamos cómo preparar este potaje… ¡Sigue leyendo!
Ingredientes:
Cómo preparar garbanzos con calabaza y un toque de azafrán:
- Dejar en remojo los garbanzos en un recipiente con agua y un poco de sal desde la noche anterior.
- Cocer los garbanzos en una olla con agua hervida a fuego lento durante una hora.
- Pelar la calabaza, la cebolla y el ajo y trocear en tiras delgadas.
- Cortar el tomate en dados muy pequeños.
- Rehogar el ajo en una sartén con un poco de aceite durante tres minutos.
- Freír en la sartén la cebolla durante cinco minutos y añadir el tomate, la calabaza y el pimentón.
- Agregar el sofrito de calabaza a la olla de los garbanzos y un poco de azafrán.
- Poner el conjunto a punto de sal.
Al mezclar todos los ingredientes se puede mantener la cocción durante unos cinco minutos para integrarlos correctamente. Deja todo preparado en la noche y prepáralo al día siguiente… ¡A cocinar!