Helado de vainilla, miel y avena
Prueba a hacer este delicioso postre de helado de vainilla, miel y avena, y refréscate en estos días de intenso calor. Aquí te dejamos el paso a paso.
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Siempre que aprieta el calor nuestro primer pensamiento es “¡quiero helado!”. El helado es refrescante, y puede ser también nutritivo y rico, como este helado de vainilla, miel y avena que traemos en esta oportunidad. Tanto si se tiene la máquina de hacer helados como si no, hacer helados es bastante sencillo, aunque la presente receta es mucho más fácil.
Se puede combinar con frutos del bosque, cuya acidez siempre combina maravillosamente bien casi con todos los sabores. Con un poco de paciencia, se tiene un postre perfecto para coronar una comida perfecta, siguiendo una antiquísima costumbre proveniente de la Roma Antigua, donde intercalando entre las copiosas comidas se servían dulces. Algo así como cuando se iba de un plato salado al siguiente, se comía entre ellos algo de frutas y panes con miel.
De ahí ha quedado la costumbre de ofrecer cosas dulces después de las comidas, sobre todo en los almuerzos, como una forma de “limpiar” el paladar. Con este helado de vainilla, miel y avena, además, se proporcionan nutrientes extraordinarios con la avena y la miel, que aportan vitaminas, minerales y antioxidantes necesarios para una buena nutrición, alejada del exceso de azúcar.
Ingredientes:
Cómo preparar un helado de vainilla, miel y avena:
- Mezclar la avena con el azúcar, la sal y la harina.
- Agregar la mantequilla pomada y mezclar con cuchara de madera hasta integrar totalmente.
- Precalentar el horno a 200° C.
- Extender la preparación en una bandeja forrada previamente con papel vegetal y hornear por 10 minutos a 200° C, o hasta que se vea ligeramente dorada.
- Sacar, dejar enfriar y trocear.
- Aparte, en un bol mezclar el helado de vainilla y la miel e introducir en el congelador durante 30 minutos.
- Poner una bola de helado en un plato con las galletas de avena. Meter al congelador.
- Aparte, mezclar las frambuesas con la cucharada de azúcar glas y adornar cada plato con un toque de frambuesas.
Sirve el helado de vainilla, miel y avena y dale a tu familia un riquísimo postre lleno de sabor y nutrientes. Merendar no tiene por qué ser un momento de arrepentimientos, repleto de azúcares y calorías vacías. Al contrario, se puede disfrutar de un delicioso helado casero.
