Galletas de avena y jengibre

Las galletas de avena y jengibre son una sana manera de permitirse un capricho muy dulce. Mojar estas galletas en el vaso de leche a primera hora del día o hacerlas cómplices del café de la tarde puede ser la excusa perfecta para prepararlas. Disfrutar comiendo sano es un placer con recetas como esta, la combinación de la avena un cereal muy especial, con el jengibre esa raíz dulce con un punto picante, puede ser maravillosa. Con unos pocos ingredientes y mucho amor, seremos capaces de crear las mejores galletas de avena y jengibre que puedan existir, toma nota de cómo se preparan y ponte manos a la obra.

Receta de galletas de avena y jengibre

Ingredientes:

Cómo preparar galletas de avena y jengibre

1. Empezamos esta receta facilísima de galletas de avena y jengibre mezclando en un bol el aceite con los tres tipos de azúcar. Poniendo especial énfasis en el moreno es mucho más saludable.
2. Añadimos a esta mezcla el agua y la clara del huevo, batimos con la ayuda de unas varillas hasta que esté bien integrado. El azúcar se habrá diluido en el aceite y la clara de huevo que quedará ligeramente montada.
3. Seguimos con las harinas, esta receta combina la de trigo integral con la convencional, aunque puede hacerse perfectamente con otro tipo. La harina deberá estar tamizada para evitar crear grumos, lo hacemos directamente en el bol a medida que la vamos incorporando.
4. Ponemos las especias, la canela, el jengibre, la nuez moscada y el bicarbonato. Estas cantidades también pueden variar, solo con canela ya estarán maravillosas.
5. Mezclamos con la ayuda de una espátula hasta tener una masa más o menos compacta. Incorporamos las pasas picadas.
6. Llega el momento de añadir los copos de avena. Ahora se debe mezclar todo hasta conseguir una masa homogénea.
7. En una fuente apta para horno forrada con papel vegetal, iremos colocando la masa en porciones iguales con una separación entre ellas.
8. Con el horno precalentado a 180º hornearemos las galletas de avena y jengibre durante unos 15 minutos. Estarán listas para comer una vez se hayan enfriado un poco.