Receta de croquetas de calabacín y mozzarella

Estas croquetas de calabacín y mozzarella son una delicia en estado puro. Una combinación de sabores ganadora que nos permitirá disfrutar al máximo de dos ingredientes básicos para cualquier cocina. El calabacín es una verdura que siempre tenemos a nuestra disposición y nos ofrece la posibilidad de estar en plena forma, con una aportación de fibra y vitaminas considerable, será la base ideal de cualquier croqueta. Le daremos la cremosidad necesaria a este interior con un poco de mozzarella un queso que se fundirá para enmarcar el sabor del calabacín. Toma nota de cómo preparar unas croquetas de calabacín y mozzarella impresionantes.

Ingredientes:

Cómo preparar unas croquetas de calabacín y mozzarella

1. Esta receta tiene una base repleta de sabor y de alegría. Vamos a empezarla poniéndonos manos a la obra con los calabacines. Lavamos bien los calabacines y los cortaremos en trocitos del mismo tamaño.
2. Para darle un toque extra de sabor a estas croquetas pelaremos y cortaremos el ajo. Nos interesa que nos quede bien finito para que pueda mezclarse perfectamente con el resto de los ingredientes.
3. Seguimos con la mozzarella. La vamos a cortar en cuadraditos pequeños para poder convertirla en protagonista de esta masa de croquetas tan especial.
4. En una sartén con un buen chorrito de aceite empezaremos a pochar los calabacines con el ajo. Nos debe quedar una mezcla suave y delicada que se fusione perfectamente con el queso. Añadimos algo de pimienta y sal al gusto.
5. Ponemos el calabacín en un bol y lo vamos a triturar con un tenedor. Le añadimos el parmesano rallado, la mozzarella y mezclamos bien. Estos ingredientes serán la base de la masa.
6. Colocamos el pan rallado en un plato, podemos ponerle un poquito más de parmesano o unos frutos secos para potenciar este sabor crujiente que queremos conseguir. En otro plato batimos el huevo.
7. Con las manos vamos haciendo las croquetas, las pasamos por el huevo y el pan rallado para que queden perfectamente cubiertas. Vamos a empezar a freírlas.
8. El secreto de unas croquetas perfectas es un aceite muy caliente. Las vamos poniendo y esperando que estén doradas, en ese momento las retiramos del fuego y las ponemos sobre papel absorbente para que eliminen el exceso de aceite.
9. Servimos en caliente con un poquito de limón y el aceite de cacahuete para darle un punto extra de sabor. Tendremos listo un bocado maravilloso.