La receta de croissants caseros que parece de pastelería y es más fácil de lo que crees

Los croissants son uno de los placeres más sofisticados de la repostería francesa. Su textura hojaldrada y su sabor mantecoso los convierten en un deleite irresistible para cualquier amante de la gastronomía. Sin embargo, muchos piensan que hacer croissants en casa es una tarea complicada, reservada solo para los pasteleros más experimentados. ¡Nada más lejos de la realidad! Hoy te traemos una receta de croissants caseros que parecerán sacados de una pastelería y que es más fácil de lo que imaginas. ¡Prepárate para disfrutar de un desayuno digno de un café parisino!

Ingredientes

Para la masa

Para el laminado

• 250 g de mantequilla fría (debe estar cortada en láminas)
• Harina adicional para espolvorear

Para el acabado

– 1 huevo (para pincelar)

Instrucciones

 Paso 1: Preparar la masa

1. Si usas levadura fresca, disuélvela en la leche tibia y deja reposar durante 10 minutos hasta que espume. Si usas levadura seca, mézclala directamente con la harina.
2. En un bol grande, combina la harina, el azúcar y la sal. Haz un hueco en el centro y añade la levadura activada y la mantequilla derretida. Incorpora la leche poco a poco hasta formar una masa.
3. Amasa la mezcla sobre una superficie enharinada durante unos 10 minutos, hasta que la masa sea suave y elástica. Forma una bola, cubre con un paño y deja reposar en un lugar cálido durante 1 hora, o hasta que duplique su tamaño.

Paso 2: Laminado de la masa

1. Una vez que la masa ha levado, desgasifícala y extiéndela con un rodillo en forma de rectángulo, aproximadamente de 1 cm de grosor.
2. Coloca las láminas de mantequilla en el centro del rectángulo de masa. Doble la masa sobre la mantequilla, como si estuvieras cerrando un libro. Asegúrate de que la mantequilla quede completamente cubierta.
3. Con el rodillo, extiende la masa en un rectángulo largo, luego dóblala en tercios (como una carta). Repite este proceso dos veces más, refrigerando la masa durante 30 minutos entre cada laminado. Esto le dará a tus croissants esa textura hojaldrada característica.

Paso 3: Formar los croissants

1. Una vez que hayas completado los laminados, estira la masa una última vez en un rectángulo. Corta triángulos isósceles (con una base de unos 10 cm de ancho) a lo largo de la masa.
2. Toma cada triángulo y enrolla desde la base hacia la punta, formando un croissant. Asegúrate de que la punta quede en la parte inferior para que no se desarme en el horno.
3. Coloca los croissants formados en una bandeja de horno forrada con papel vegetal. Cubre con un paño y deja reposar durante 1 hora, o hasta que hayan aumentado de tamaño.

Paso 4: Hornear

1. Precalienta tu horno a 200°C (390°F).
2. Antes de hornear, bate el huevo y pincela la superficie de los croissants para que adquieran un brillo dorado.
3. Hornea durante 15-20 minutos o hasta que estén dorados y crujientes. Una vez listos, retíralos del horno y deja enfriar en una rejilla.

Información nutricional: 3415 kcal

Tipo de cocina: Mediterránea

Tipo de comida: Dulces y bollería

Disfruta de tus croissants caseros

Ahora que has creado estos deliciosos croissants caseros, ¡es hora de disfrutarlos! Puedes servirlos simples, con un poco de mermelada, chocolate o acompañados de un buen café. Imagina la felicidad de tus seres queridos al despertar con el aroma de croissants recién horneados.