Huevos nevados
Los huevos nevados son un dulce de esos que dejan huella. Una manera distinta de ofrecer unos ingredientes comunes servidos para deslumbrar. Este postre tradicional nace de la idea de aprovechar todo lo que tenían a su alcance para crear una repostería de gala. Una base de natilla que se corona con un merengue de lo más elaborado. Es tan fácil de crear todas las capas que darán lugar a estos huevos nevados que podrás prepararlos siempre que quieras sorprender. Solo se necesitan unos pocos ingredientes y mucho amor para tener listo un postre como este en un tiempo récord. Si quieres conocer todos los secretos de los huevos nevados, toma nota de los pasos que deberás seguir.
Ingredientes:
Cómo preparar unos huevos nevados
- Empezaremos nuestros huevos nevados, separando las yemas de las claras. Ambos elementos tendrán un final dulce muy distinto. Las reservaremos.
- En un caso ponemos 800 gr de leche a hervir. Le añadiremos el palo de la canela y la corteza del limón para que le aporten su aroma característico. Cuando empiece a hervir, dejaremos que infusione unos minutos.
- Mientras, mezclaremos los 200 ml de leche fría con la maicena y las yemas. Deberá quedar una textura salsa, muy suave y con todos los ingredientes bien integrados. Reservaremos mientras seguimos con la receta.
- Es momento de hacer el merengue. Batiremos las claras a punto de nieve, iremos incorporando el azúcar poco a poco, de esta manera se le añadirá un poco de brillo a este ingrediente y además, conseguiremos que nos quede más compacto. Añadiremos un poco de leche, poco a poco y lo coceremos en el fuego.
- Ponemos azúcar en la leche que ya estará aromatizada y de nuevo irá al fuego. Cuando empiece a hervir iremos incorporando las yemas. Es importante no dejar de remover para el huevo no cuaje y nos queden grumos. No hay que tener prisa. A medida que la mezcla se vaya haciendo más consistente, conseguiremos que espese. Está sería en la receta de unas natillas tradicionales. Puedes comerlas por separado estarán igualmente buenas.
- Colocamos la mezcla de la leche y las yemas, en un molde individual. Coronaremos con una cucharada generosa de merengue que se quedará como flotando y dará ese aspecto característico de huevos nevados. Por encima podemos espolvorear con un poco de canela, además de un poco de color añadirá más sabor.
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