Brownie de cheesecake

El brownie de cheesecake mezcla dos de los postres más emblemáticos de la cocina americana. Por un lado, el brownie ese bizcocho de chocolate con nueces que representa a todo un país y destaca por su sabor y textura. Por el otro, la cheesecake, la tarta de queso, uno de esos postres que son esenciales en cualquier celebración. Ambos destacan por su sencillez y sabor marcado, juntos serán el mejor brownie de la historia. Este postre es uno de los mejores que podemos cocinar y probar, una auténtica maravilla que combinará a la perfección unos sabores auténticos. Toma nota de un brownie que te conquistará al primer bocado.

Ingredientes:

Cómo preparar un brownie de cheesecake

1. Empezaremos este postre preparando el brownie. Ponemos 150 gr de chocolate en un recipiente apto para microondas. En tandas de 30 segundos iremos fundiéndolo. Cuando esté listo, le añadimos la mantequilla para que ambos sabores se fundan.
2. Batimos los huevos con el azúcar. El azúcar debe estar totalmente fundido y haber creado una salsa que habrá doblado su tamaño.
3. A los huevos, le incorporamos la harina que habremos tamizado. Cuando tenemos estas dos mezclas las vamos a fundir en una sola, hasta obtener una deliciosa masa de brownie, que quedará completa con la llegada de las nueces peladas y troceadas.
4. Ponemos esta mezcla en el molde de silicona o previamente engrasado. Tendremos lista la primera parte del brownie.
5. Seguimos con el cheesecake. Ponemos el yogur griego en el vaso de la batidora. Le agregamos el queso crema y empezamos a batir. Si nos gusta más podemos poner mascarpone, queda igual de delicioso.
6. Añadimos los huevos y la harina de maíz. Mezclamos hasta tener lista la base de un cheesecake delicioso y muy fácil de preparar.
7. Ponemos el cheesecake encima del brownie, lo repartimos para que se extienda por toda la superficie. Para que quede mejor, lo mezclamos con una cuchara, de esta manera ambas masas se fundirán.
8. Horneamos a 180º unos 35 minutos hasta que tenemos este delicioso postre cocinado. Desmoldamos y servimos disfrutando de la original y vistosidad de un postre con un color y sabor maravillosos. Con un poco de helado de vainilla tendremos el pack de placer completo.