Pote de nabos, receta casera
Entre los platos más contundentes de la gastronomía del norte de España, está este pote de nabos. Aquí te dejamos el paso a paso.
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El pote de nabos es un plato perteneciente a la gastronomía asturiana que se consume sobre todo a principios de invierno, en el que el sabor dulzón del nabo se ve atemperado por el de las partes de cerdo que le acompañan. Para algunos conocedores, el pote de nabos es un plato “precolombino”, no porque el nabo sea de América, que no lo es, sino precisamente por no llevar patatas, como otros tantos platos tradicionales españoles. En definitiva, se trata de un contundente guiso de verduras con carne de cerdo, muy recomendado para los días fríos por su contenido calórico.
Es un plato especialmente asociado a la fiesta de los Nabos en Sotrondio, el 11 de noviembre (San Martín), pero también a otras dos comunidades asturianas: Proaza y la Foz de Morcín. Aunque no se sabe con certeza cómo se originó la fiesta que celebra a esta humilde hortaliza, que jugó un papel fundamental en la alimentación europea hasta la llegada de la patata, se cree que se inició en tiempos del rey Aurelio de Asturias (740-774), durante su breve reinado y en el que gobernó desde el concejo hoy conocido como San Martín del Rey Aurelio.
Ingredientes:
Cómo preparar el pote de nabos:
- Poner a remojar el morro, las orejas de cerdo y el rabo de cerdo 24 horas antes, y cambiarle el agua en dos o tres oportunidades. Si no se pudo hacer también se pueden hervir durante treinta minutos y luego descartar el agua.
- Limpiar y pelar los nabos. Cortar en trozos grandes, ya que al cocinarse pierden mucho líquido y su tamaño se reduce.
- En una olla de buen tamaño colocar una capa de nabos, agregar sal y seguir con una capa con partes de cerdo o compango (como se denomina en Asturias a las partes de cerdo ahumado que acompañan los distintos platos regionales); de nuevo otra capa de nabos, sal y pimienta al gusto, y luego otra capa de cerdo.
- Cubrir las capas con agua y cocinar a fuego medio durante dos horas. Lo ideal será dejar el pote de nabos en reposo de un día para otro.
- Separar los nabos del compango, con cuidado para que no se deshagan, y a continuación trocear el compango, y distribuir de forma proporcional en cada plato los nabos y el compango.
Atrévete a la aventura de preparar el pote de nabos, que abarca al menos dos días de preparación, aunque no sea tan compleja como aparenta, y es una verdadera inmersión en la tradición culinaria asturiana.
Se puede condimentar el pote con pimientos dulces y picantes en polvo, pero ya no sería un plato “precolombino” (los pimientos, como las patatas, son originarios del Nuevo Mundo).