Guisado de patatas, pollo y champiñones

Preparación

Preparamos los champiñones por un lado y el guisado por otro. Los champiñones son delicados y su cocción no es igual que la de las patatas, por esto es mejor hacerlos por separado y luego añadirlos al guiso.

Picamos la cebolla, los ajos y el medio pimiento. Reservamos la mitad de lo picado y empleamos solo la mitad para los champiñones. Los lavamos bien para evitar que tengan tierra o impurezas. Los cortamos en láminas. En la sartén ponemos aceite y sofreímos la cebolla, los ajos y el pimiento, la otra mitad la emplearemos para el guiso de las patatas y el pollo.

Añadimos los champiñones cuando veamos que la cebolla está ya transparente. Dejar que los champiñones se vayan haciendo, tapar la sartén y bajar el fuego. A los 10 minutos añadiremos medio vaso de vino blanco y volvemos a tapar. Estaremos pendientes para que no se nos queden sin líquido. Tiempo de cocción 15 minutos y dejamos 10 más de reposo

Mientras se van haciendo los champiñones,  pelamos la patatas ‘haciendo crac’ y también las pechugas de pollo en trocitos. Se puede hacer este guisado en la olla expresas o en una cacerola normal. En la olla exprés el tiempo es de 4 minutos más luego dos de reposo. Si lo haces en la cacerola u olla convencional, ronda los 20/25 minutos.

Añadimos a la cacerola o la olla exprés un poco de aceite de oliva y ponemos a sofreír el resto de la cebolla, pimiento verde y ajos que teníamos reservado. Añadimos también una hoja de laurel. Cuando la cebolla esté transparente añadimos los trozos de pollo para que se vallan dorando. Cuando cojan algo de color añadimos media cucharadita de albahaca, 250 cl de caldo de pollo, un poco de azafrán o colorante alimentario. El caldo si lo haces en cacerola y no en la olla exprés será  más cantidad  ya que se pierde más agua, tendrás  que poner unos 400 cl más o menos.

Tapar la olla exprés y programar unos 4 minutos (más el reposo) o si es en cacerola taparla y dejar 20 minutos a fuego normal. A mitad de cocción revisa como van las patatas, y añade la otra mitad del vino blanco que nos quedaba. Cuando termine la cocción dejamos reposar.

Servimos poniendo el guisado de patatas y pollo primero y encima los champiñones. De esta forma apreciamos el delicado sabor de estos hongos combinados con el sabor suave y aromático del guiso de patatas.

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Elena Bellver