Galletas de limón
Galletas de limón caseras, tiernas y con intenso sabor a limón. En otro artículo hicimos galletas de chocolate sin horno, hoy preparamos galletas de limón casera.
2 errores a evitar a la hora de hacer galletas
Estas galletas están dentro de la categoría de las llamadas ‘galletas de azúcar’, que lleva levadura y tiene una textura esponjosa. Son galletas fáciles de preparar aunque a menudo pequeños errores por ir deprisa afecta al resultado final de las galletas.
La mantequilla
Siempre se recomienda esté a temperatura ambiente, nada de dura ni tampoco líquida. A menudo os olvidamos de sacar la mantequilla de la nevera y recurrimos al microondas. ¡No lo hagas!, si tienes mucha prisa corta la mantequilla o incluso usa un rallador para desmenuzarla y de esta forma se irá ablandando.
Trabajar la masa final demasiado
Pensamos que por un lado trabajamos los ingredientes secos, por otro los húmedos y cuando los combinamos tenemos que trabajar mucho esta masa para que nos quede mejor la receta. ¿Te ha pasado? A mí también, sin embargo lo cierto es que una vez combinamos los ingredientes secos y húmedos hay que mezclarlos pero no trabajar demasiado si lo haces te saldrán galletas duras y no tiernas que es lo que en este caso queremos.
Receta de Galletas de limón caseras
Ingredientes:
Elaboración:
En primer lugar como siempre que hacemos galletas o bizcochos precalentamos el horno a 180 grados. Preparamos la bandeja del horno con papel pergamino. Combinamos en un recipiente la harina, el bicarbonato de sodio, sal y el polvo de hornear. Reservar.
En otro recipiente mezclamos la mantequilla y el azúcar usando unas varillas para que queden suaves.
Mientras tanto en otro tercer recipiente batimos el huevo y agregamos el zumo de limón, la ralladura de limón y el extracto de vainilla. A continuación vamos mezclado todos los ingredientes secos y húmedos y con las varillas mezclamos uno segundos, solo hasta que estén ligados. Hacemos una bola con la masa y la dejamos reposar tapada con papel film durante una media hora.
A continuación espolvoreamos harina sobre una bandeja o encimera, y aplanamos la masa con ayuda de un rodillo (o si no tuvieras una botella de vidrio). Cortamos las galletas con ayuda de un molde o un vaso boca abajo.
Las colocamos sobre la bandeja de horno con papel de pergamino y horneamos durante 10 minutos o hasta que los bordes de las galletas estén ligeramente dorados.
Espolvorear azúcar por encima de las galletas y dejarlas reposar para que pierdan calor antes de servir.