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¿Sabemos comprar carne?

¿Sabemos comprar carne?
¿Sabemos comprar carne?

Los secretos para comprar la mejor carne nos ayudarán a ahorrar dinero y adaptar a nuestras recetas este producto. Conoce las mejores opciones y la forma de detectar las piezas de mayor calidad.

Comprar carne es una de las actuaciones más importantes que debemos repetir cada semana para poder mantenernos en plena forma. Conocer el estado de la carne es algo que deberíamos poder identificar a simple vista. Se necesita saber el tipo de carne y algunos elementos indispensables para poder medir la calidad de este alimento. Como las frutas, las verduras y el pescado, cuánto más fresco sea el producto mejores características tendrá. Toma nota de estos consejos y antes de hacer la compra empieza a determinar qué piezas de carne son mejores. Gana en salud y en calidad para tus recetas.

Cómo comprar carne

  1. La frescura de la carne es complicada de medir. A diferencia del pescado que a simple vista nos da unas pistas, el trato de la carne en distinto. Este alimento va directamente a cámaras frigoríficas y se conserva de una forma distinta, además, de ser solo una pieza del animal. Cada pieza de carne debe tener unas características esenciales. La grasa que rodea la pieza tendrá que ser blanco, nunca amarillo, el brillo de esta parte será llamativo. La sangre de la carne debe ser de color y no estar seca o tener tintes marrones.
  2. El tipo de carne es otro de los elementos a tener en cuenta. A la hora de hacer la compra es indispensables que tengamos más o menos claras las recetas que vamos a realizar. Cada tipo de plato precisa de una carne específica. Encontrar algunas ofertas de piezas que necesitemos o que podemos necesitar nos ayudará a darle alegría a la nevera y comprar carne mucho más adecuada. Las partes más tiernas, el solomillo, la babilla, la cadera, la tapa o los lomos son siempre mejores opciones, en cambio las más duras, el redondo o la falda, tardan más en cocinarse, solo son aptas para recetas con mucho tiempo.
  3. El secreto de la calidad suele estar en el precio, aunque no siempre sea un perfecto indicador. Las carnes de pollo o pavo son más económicas y por lo tanto deben tener un peso mayor en algunas listas. Este tipo de carne suele ser fresca y se cocina más rápidamente, es ideal para dietas siempre y cuando no la friamos o la cocinemos con mucha grasa. Las carnes de ternera son las más caras, pero también las más adecuadas para ciertas recetas, al igual que el cerdo, económico y muy funcional.

Estas pautas son básicas a la hora de comprar carne, este ingrediente debe adaptarse perfectamente a nuestra cocina. Dependiendo del presupuesto y del tipo de receta que queremos realizar escogeremos de la mejor manera posible esa pieza de carne ideal.

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