Receta de sardinas al ajillo

Para los amantes del pescado, esta receta de sardinas al ajillo es un plato que debemos probar.  Es una comida con un sabor increíble que nos va a encantar, además es  sumamente sencilla y rápida de elaborar.  También es una preparación con ingredientes que poseen numerosos nutrientes. Para sorprender a todos los invitados en una importante celebración o simplemente para disfrutar en casa con nuestra familia, con pocos pasos y algunos ingredientes tendremos una exquisita comida.  Este tipo de recetas, con marcado sabor, es ideal para que los más pequeños de la casa disfruten del sabor y de los nutrientes de un pescado como las sardinas.

Las sardinas son un alimento que se puede cocinar de distintas maneras. Entre ellas encontramos el espeto, fritas, al horno, marinadas y asadas. Además hay preparaciones para todos los gustos, podemos hacer desde hamburguesas de sardinas hasta ensaladas y patés.  Es un pescado sumamente versátil, económico y fácil de conseguir, por lo que esta receta es una buena opción para cocinar.

La sardina es un pescado azul que aporta excelentes beneficios y propiedades al organismo. Es un excelente aliado para disminuir los niveles de colesterol en la sangre y triglicéridos debido a su contenido en Omega 3. Aporta vitaminas del complejo B como la niacina y la B12 que favorecen la absorción de los nutrientes. Además, es rica en minerales como el fósforo, hierro y potasio.

Debido a su contenido en hierro es ideal para combatir la anemia. El magnesio se asocia con el buen funcionamiento de los nervios y los músculos. También el yodo es fundamental para la glándula tiroides, que es la que regula varias funciones metabólicas. Por otro lado, el consumo de sardina ayuda a reducir los riesgos de desarrollar trombosis y arteroesclerosis.

Ingredientes:

Cómo preparar sardinas al ajillo:

1. Limpiamos las sardinas con ayuda de un cuchillo o una tijera. Retiramos la cabeza, hacemos un corte en la mitad y retiramos las vísceras, la columna y las escamas en caso de que estén.
2. En un recipiente con agua fría colocamos las sardinas para terminarlas de limpiar y dejar que se desangren. Después retiramos del agua, secamos y dejamos escurrir.
3. Calentamos una sartén con aceite y unas cuantas cayenas secas mientras retiramos la piel y el germen de los dientes de ajo, luego los picamos a la mitad. Los cortamos en láminas y rehogamos en la sartén durante unos minutos.
4. Cocinamos hasta que se doren un poco por ambos lados y que estén ligeramente crujientes. Debemos tener cuidado de que no se tuesten demasiado porque darían un sabor amargo a las sardinas.
5. A continuación, separamos los ajos y las cayenas del aceite con el que los freímos. Reservamos todo para utilizarlos más adelante.
6. Lavamos y secamos la sartén y en ella colocamos las sardinas en orden. Las posicionamos del centro hacia afuera una al lado de la otra, hasta que cubran toda la circunferencia de la sartén.
7. Añadimos sal al gusto e incorporamos nuevamente el aceite con los ajos. Colocamos el fuego alto para que el aceite vaya cogiendo temperatura y se empiece a cocinar rápidamente.
8. Cuando se comiencen a freírse las sardinas añadimos nuevamente los ajos y vertemos un chorro de vinagre. Enseguida apagamos el fuego.
9. Agregamos perejil picado y tapamos la sartén para que se termine de cocinar todo junto con el calor residual.
10. Pasados unos minutos retiramos la tapa y comprobamos la cocción. Esta parte depende del gusto de cada quien, si las queremos ligeramente sonrojadas o totalmente cocinadas. Si es la segunda opción debemos dejar un poco más el sartén tapado.
11. En caso de que las sardinas sean pequeñas, se cocinan más rápido y el resultado será levemente sonrojadas y demasiado jugosas. Si por el contrario, estas son más grandes hay que cocinarlas un poco más antes de apagar el fuego.
12. Cuando estén listas servimos las sardinas con una cantidad pequeña del aceite con el que las cocinamos y los ajos laminados. Este aceite contará con el sabor de todos los ingredientes y el jugo que soltaron las sardinas mientras se cocinaban.

Esta receta de sardinas es una opción ideal para preparar cuando no tienes tiempo para hacer platos muy elaborados. Lo mejor es que no renunciarás a una comida llenas de sabor.  Puedes consumirla tal cual la preparaste o la acompañas con una rica ensalada. En caso de que prefieras una opción más saludable también las puedes cocinar al horno y el resultado será igualmente increíble.

La receta de sardinas al ajillo es una excelente aliada para consumir en casa. No es complicada, solo requiere de poco tiempo para su preparación. Es un plato que destaca en cualquier ocasión por su exquisito sabor y su atractiva presentación. Atrévete a probarla y verás que nunca te va a dejar mal.