Receta de Montadito de queso de cabra con mermelada de tomate

El montadito de queso de cabra con mermelada de tomate tiene una textura delicada y aromática, y resulta una delicia para el paladar. Toma nota.
Hacer un montadito de queso de cabra no cuesta nada, se puede cubrir con mermelada de cualquier tipo, de fresas, arándanos, de melocotón, lo que se desee; en este caso, con mermelada de tomates, que le da un toque distinto y un tanto gurmé a un entrante siempre gustoso. Los montaditos suelen ser pequeñas rodajas de pan sobre las que se colocan todas las ideas que nuestra creatividad nos sugiera.
Los montaditos son perfectos para un picoteo, una reunión de amigos en la que no tenemos ganas de trabajar mucho en la cocina y echamos mano de lo que hay en la nevera. Nada más fácil. Se pueden servir tanto fríos como calientes, y siempre son un acierto. Pero si se hacen calientes hay que servirlos de inmediato, en ello estará la base de su encanto.
Ingredientes:
Cómo preparar un montadito de queso de cabra con mermelada de tomate:
- En primer lugar, preparar la mermelada: escaldar los tomates en agua hirviendo 30 segundos, escurrir y pelarlos.
- Cortarlos por la mitad y retirar las semillas.
- Poner la pulpa de tomate en una cazuela de barro, espolvorear con el azúcar y el zumo del limón.
- Reposar en la nevera durante 12 horas.
- Añadir el clavito y poner la cazuela al fuego bajo.
- Cocer lentamente durante 50 minutos, por lo menos, y remover con cuchara de madera a menudo.
- Retirar el clavo y disponer la mermelada en un frasco esterilizado.
- Para los montaditos: cortar la barra de pan en rebanadas no muy delgadas.
- Precalentar el horno a 170° C.
- Cortar el rulo de queso de cabra en rebanadas de entre 5 y 7 mm.
- Sobre el pan colocar una rebanada de jamón serrano.
- Sobre el pan, poner una rebanada de queso y luego coronar con una cucharadita de la mermelada de tomate. Si se desea, rociar con un hilo de aceite de oliva y espolvorear pimienta negra recién molida.
- Meter al horno los montaditos hasta que el queso comience a fundirse.
- Servir de inmediato a los comensales.
Una vez tienes hecha la mermelada todo es simplemente montar. Para que el queso no se derrita completamente, sino que se dore nada más, el horno debe estar lo suficientemente caliente y las rodajas no hay que cortarlas muy finas.