Granadina casera
Elaborar granadina casera es muy sencillo y se consigue un producto mucho más saludable que el comercial, la industrializada. Se trata de un zumo que se usa normalmente en los cócteles, o bien como sirope en postres y preparaciones dulces.
La granadina casera es deliciosa y sus características la hacen adecuada para todos los paladares, también los de los más pequeños de la casa.
Gracias a su densidad, la granadina tiene una textura más espesa que los simples jugos o frutos de frutas. La materia prima utilizada es la granada, un fruto muy saludable. La granada tiene un sabor dulce con algunos toques ácidos, una corteza dura y muchos granos en su interior.
Se trata de una fruta que aporta gran cantidad de antioxidantes, calcio, hierro, zinc, potasio y vitaminas. Es un producto muy apreciado por sus nutrientes.
Entre los ingredientes de esta receta hay un nivel adecuado de azúcar, para compensar la acidez de los granos de la granada. Como ocurre con todas las elaboraciones que se hacen en casa, la granadina casera es más saludable que las comerciales y su sabor es más puro e intenso.
Respecto del azúcar, hay que recordar que su inclusión en la receta colabora en la conservación de la bebida. Gracias a ello, se puede guardar en le nevera cerca de un mes. Y si se le añade alguna medida de alcohol, como es caso de ron o vodka, la durabilidad será todavía mayor.
Para la elaboración de la granadina casera, se puede usar el azúcar refinado común, o bien otro tipo de azúcar, como es el orgánico. Suele haber diferencia en el resultado, sobre todo en lo referido a la apariencia. Con algunos azúcares, la granadina tendrá un color más oscuro, aunque será igualmente deliciosa.
Ingredientes:
Preparación:
- En primer lugar, extraer el zumo de la granada. Para ello, cortar la fruta por la mitad, sacar los granos con la ayuda de una cuchara, y molerlos en un mortero o licuadora.
- Es importante filtrar y colar bien el jugo, para que quede totalmente limpio.
- A continuación, colocar todo el jugo junto al azúcar en una olla y calentar unos diez o quince minutos, hasta que se disuelva y se consiga el espesor deseado.
- Una vez adquirida la textura que se quiere, echar el zumo de limón y remover para que se haga una mezcla homogénea.
- Se puede conservar la granadina casera en botellas en la nevera.
¿Te ha gustado esta receta de granadina casera? Prueba a hacerla y te sorprenderá. Es sencilla y muy rica.