Ensalada completa para niños
Enseñar a los niños a comer ensalada es tan fácil como habituarlos. No hay más que poner todos los días en la mesa un plato para que aprendan a degustarla. Y esta es una tarea sencilla porque una ensalada para niños la podemos elaborar con múltiples ingredientes lo que la convierten cada día en un plato distinto. Esto nos proporciona dos ventajas, por un lado, que cuando les anunciemos en el menú la palabra ensalada no piensen en las aburridas lechugas y tomates y cebolla de siempre. Sino todo lo contrario, podrán imaginar, qué tipo de ensalada les tocará comer.
La otra gran ventaja relacionada con ello, es que podemos elegir para prepararlas los ingredientes que más les gustan a nuestros pequeños. De esta forma acertarás y estarán encantados de comer ensalada. Es más, entre tanto producto apetecible por ellos, podemos introducir uno que no lo sea tanto, pero por sus cualidades nutritivas nos interese que los coman.
En nuestra ensalada para niños de hoy hemos elegido una decena de ingredientes que por lo general son muy de su gusto. La hemos hecho lo más completa posible mezclando diferentes tipos de productos, no obstante, todos son sustituibles, según las apetencias de nuestros pequeños comensales.
En principio para nuestra ensalada para niños, hemos elegido verduras de sabores sencillos, dulces y atractivos, carne, lácteos, fruta y alguna sorpresa divertida.
Comenzamos lavando muy bien las lechugas, los tomates y las cebollas. Hemos elegido las romanas porque son más reconocibles por ellos, y ya habrá tiempo para introducir la rúcula, roble o canónigos. Lo más recomendable es picarlo todo en trocitos muy pequeños para que les sea más fácil de comer, sobre todo la cebolla. Esta planta no suele ser bienvenida por los niños, pero una forma de que se vayan habituando al sabor, es cortándola en láminas muy finas que sean apenas perceptibles.
Nuestra nota de color y dulzor la pondrán el maíz y la zanahoria que a casi todos los chicos encandilan. Cortamos taquitos de jamón cocido que son otro producto a cuyo sabor están habituados, y no suele fallar. No obstante, se puede cambiar por finas láminas o tiras de jamón serrano o pollo. La refrescamos con una fruta a la que están acostumbrados como es la manzana.
Ahora aderezamos nuestra ensalada para niños con aceite, sal y un vinagre que sea suave como puede ser el de manzana o sidra. Y le ponemos nuestra nota divertida y que seguro agradecerán: unas aceitunas o unas pipas peladas de calabaza.
