Receta de Crema de berros y espinacas

Esta receta es ideal para elaborar después de un fin de semana cargado de excesos o simplemente ante el deseo de comer sano y ligero. La crema de berros y espinacas integra alimentos muy nutritivos que mejoran el rendimiento y la salud. Se trata de un plato ideal como entrante y un excelente método de integrar vegetales a la alimentación diaria.
Lo bueno de este tipo de cremas es que puede elaborarse en su versión fría o caliente. Para los días calurosos, la mejor opción es preparar una receta fresca. Esa versión lleva leche, un toque de azúcar y hielo triturado. Nos aporta nutrientes completos, tales como fibra, vitamina A, C, K, potasio, calcio y ácido fólico.
A continuación, veremos una crema de berros y espinacas caliente, deliciosa y equilibrada para cuando el frío comienza a sentirse. La originalidad de este plato está en que no lleva ni cebolla ni ajo como la mayoría de las sopas y potajes.
Ingredientes:
Cómo preparar crema de berros y espinacas:
- Lavar los puerros, los berros y las hojas de espinaca. Para mejorar el lavado, echar al agua unas gotitas de vinagre. Ello facilitará que suelte los residuos no deseados.
- En una sartén, verter un chorrito de aceite de oliva y sofreír el puerro. Dejar que se dore unos minutos, removiendo para evitar que se queme.
- Escurrir la espinaca y el berro y cortarlos en trozos medianos.
- Añadir las verduras a la sartén junto con el puerro y agregar sal y pimienta.
- Incorporar el agua y dejar que se cueza a fuego suave durante 10 minutos.
- Triturar por la licuadora hasta que quede una crema suave y homogénea.
- Llevarla nuevamente al fuego durante cinco minutos y, antes de servir, añadir la nata líquida.
- Rectificar el punto de sal.
- Servir bien caliente. Se puede acompañar con unos picatostes o con unos frutos secos Ambas opciones le otorgan contundencia y una textura crujiente deliciosa.
Eso es todo, esta crema de berros y espinaca no tiene más secretos; solo su combinación y frescura. Prueba hacerla y añade los ingredientes que más te gusten. Como ves, si añades unas nueces o pistachos, le sumas muchísimo sabor y textura. Anímate a elaborar este tipo de platos. Es muy fácil de hacer, en muy poco tiempo tienes lista una comida sabrosa, reconfortante y llena de propiedades.