Cómo hacer azúcar de colores

Preparar azúcar de colores casero es fácil y nos puede servir para decorar galletas, pasteles o gominolas. Si compras el azúcar coloreada pagarás tres veces más que si la preparas en casa. En otro artículo hablamos de cómo preparar tartas fondant, hoy cómo colorear azúcar.

El azúcar de colores casero, una alternativa para tus postres

El azúcar coloreada es ideal para decorar galletas para ocasiones especiales, cumpleaños, Halloween, Navidad. Es una forma facilísima de personalizar galletas, ‘fácil pero de verdad’.  La haces cuando la necesites y además ahorras dinero. En los supermercados tienen azúcar coloreada pero es cara, unos 150 gramos están sobre 2.99 euros mientras que un kilo de azúcar te sale por 0.97 euros.

Es decir menos cantidad y te cuesta el triple. Los colorantes alimentarios para repostería los puedes encontrar a 2,29 euros y vienen 4 colores, te sale a 0,57 cada color y como se usa poco tienes colorante para mucho tiempo. Otra opción es usar colorantes versión casera, como la remolacha o las zanahorias o las hojas de menta machacadas. Estos colorantes pueden lograr colorear el azúcar pero siempre nos van a dar tonos más suaves que los colorantes de repostería. Si te gusta preparar recetas con productos naturales usar colorantes caseros es una alternativa.

Pasos para preparar azúcar de colores

Ingredientes

Utensilios

• Papel de cocina
• Un recipiente para guardar el azúcar coloreado

Preparación

2. Añade 80 ml de agua y varias gotas de colorante (por ejemplo 8 gotas o menos si prefieres color más suave). Remueve bien hasta mezclar.
3. En un recipiente coloca el azúcar y riega con la mezcla anterior, con un tenedor trabaja el azúcar para ir mezclando hasta que veas adquiere color. También puedes usar guantes y mezclar con las manos, (una buena diversión para los niños). Una vez has mezclado bien el color colocar un papel de cocina sobre el azúcar y dejaremos secar a menos cinco horas.
4. Transcurrido el tiempo cuando el azúcar esté bien seco, lo introducimos en un recipiente hermético, como cualquier frasco común para usarlo cuando lo necesitemos.

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