Green smoothie

Comenzaremos lavando, escurriendo y escaldando las espinacas. Para ello, pondremos agua en una olla y, cuando ésta rompa a hervir, las meteremos, dejaremos unos 40 segundos desde que entre en ebullición de nuevo y sacaremos con ayuda de una espumadera. Recomendación: Usaremos tan solo las hojas, así que si veis que tienen demasiado tallo, retiradlo para que la batidora no lo deje entero y nos encontremos trocitos del mismo en nuestro smoothie.

Pelamos y deshuesamos el mango. Lo partimos en trozos y reservamos.

Pelamos y cortamos la piña en dados. Consejo: La parte central de esta fruta es muy fibrosa y podréis notar como si tuviese hilos, para evitar que podamos notarlos en el resultado final, nos quedaremos con la carne de los laterales. Reservamos.

Pelamos el plátano y lo partimos en rodajas. Reservamos.

Colocamos todos los ingredientes en el vaso de la batidora (el agua en último lugar) y trituramos hasta obtener un resultado suave. Consejo: Si notáis que queda muy espeso o si, simplemente, lo preferís más líquido, añadid más cantidad de agua una vez que terminéis de batirlo.

Servimos y consumimos enseguida para aprovechar todas las propiedades que nos brinda este riquísimo, sano y delicioso green smoothie.

Sugerencia: Podéis usar las frutas y verduras que más os gusten, eso sí, siempre y cuando los sabores no sean demasiado dispares y su combinación sea la adecuada. Por otro lado, aunque nosotros hayamos indicado que el uso del azúcar es opcional (para hacer de este smoothie algo totalmente libre de azúcares añadidos) podéis añadirlo si queréis darle un puntito dulce.