Recetas de la abuela

Croquetas de jamón receta de la abuela Arguiñano: crujientes por fuera, cremosas por dentro

Croquetas caseras
Croquetas de jamón.
Francisco María
  • Francisco María
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Croquetas de jamón receta de la abuela según Arguiñano: crujientes por fuera, cremosas por dentro y fáciles de preparar.

Truco para croquetas caseras, crujientes

Croquetas de jamón

Croquetas caseras de sepia

Si hay un plato que nos transporta directamente a la cocina de la abuela, son las croquetas de jamón. No importa si se sirven como aperitivo, cena rápida o tentempié improvisado: siempre tienen ese sabor casero que reconforta. La clave está en conseguir una masa suave y una fritura que las deje doradas y crujientes. Esta receta sigue el estilo tradicional que tantas veces hemos visto en Arguiñano, pero con ese cariño que solo se encuentra en los fogones de casa.

Ingredientes (unas 30 croquetas medianas)

  • 100 g de jamón serrano, bien picadito.
  • 60 g de mantequilla.
  • 60 g de harina para la masa.
  • 1 litro de leche entera.
  • 1 cebolla pequeña.
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
  • Una pizca de nuez moscada y sal.
  • Pimienta blanca (si te gusta).
  • 2 huevos.
  • 150 g de harina para rebozar.
  • 150 g de pan rallado.
  • Aceite de oliva abundante para freírlas.
  • Preparación paso a pasocroquetas de la abuela

    1. Comenzamos con la base: derrite la mantequilla con un poco de aceite en una sartén amplia. Sofríe la cebolla picada muy fina hasta que quede blandita y transparente. Ese toque dulce será la primera capa de sabor.
    2. Sumamos el jamón: echa los taquitos y deja que se doren apenas un poco, lo justo para que suelten aroma.
    3. La bechamel, el corazón de la receta: añade la harina y remueve un minuto para que pierda el sabor a crudo. Después, ve incorporando la leche poco a poco, sin dejar de batir. El truco está en la paciencia: a fuego medio-bajo y moviendo sin parar. En unos 12 minutos tendrás una crema espesa, lisa y bien integrada. Ajusta de sal, nuez moscada y pimienta.
    4. Reposo: vuelca la masa en una fuente, cúbrela con film pegado a la superficie y deja que se enfríe primero fuera y luego en la nevera. Lo ideal es toda la noche, así gana consistencia.
    5. Dar forma: al día siguiente, con las manos ligeramente enharinadas, ve formando las croquetas. Luego pásalas por harina, huevo batido y pan rallado. Ese rebozado triple es el secreto de la textura final.
    6. Freímos: en aceite bien caliente (180 ºC), fríe pocas a la vez para que no baje la temperatura. Sácalas cuando estén doradas y escúrrelas en papel absorbente.

    Consejitos de la abuela

    Si quieres un rebozado extra crujiente, repite el paso de huevo y pan rallado.

    No tengas miedo de congelarlas: con el rebozado hecho, van directo al congelador y se fríen sin descongelar.

    Si el aceite no está lo bastante caliente, corres el riesgo de que se abran.

    Calorías aproximadas

    Sumando los ingredientes, esta receta completa ronda las 3.330 kcal en total, lo que significa que cada croqueta de tamaño medio aporta unas 110 kcal. No son ligeras, pero ¿quién piensa en calorías cuando una croqueta aún humea sobre el plato?

    Conclusión

    Crujientes por fuera, cremosas por dentro… estas croquetas de jamón son puro abrazo en forma de bocado. Una receta sencilla, que nunca falla, y que nos recuerda que la cocina de siempre tiene un valor que va mucho más allá de lo gastronómico: también alimenta la memoria y el corazón.

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