Cómo preparar un carpaccio de gambas perfecto
Un carpaccio de gambas perfecto puedes estar siempre listo en nuestro congelador.
Un carpaccio de gambas perfecto puedes estar siempre listo en nuestro congelador. Para tomar un aperitivo a media mañana con una copa de vino blanco, disfrutar de una cena romántica con este entrante o dejarse llevar por la magia de un plato sencillo y delicioso con lo mejor del mar, todas las excusas son posibles para disfrutarlo. Podemos preparar el mismo carpaccio, pero con langostinos, lo que nos sea más sencillo, tengamos en el congelador o esté de oferta en el supermercado. Toma nota de cómo preparar este delicioso carpaccio de gambas perfecto, paso a paso en tan solo unos minutos.
Ingredientes:
Pasos para preparar un carpaccio de gambas perfecto
- Esta receta además de ser muy sencilla nos ofrece la posibilidad de crear el aperitivo más sencillo y delicioso que existe.
- Las gambas pueden ser frescas o congeladas estarán igual de increíbles, solo necesitamos que estén descongeladas en el momento de empezar a preparar esta receta.
- Pelamos las gambas, si son congeladas no esperaremos a que estén descongeladas del todo, cuando estén casi descongeladas las empezamos a pelar.
- De esta manera las gambas se pelarán más fácilmente. Les retiramos esa especie de intestino negro que tienen las gambas en el centro de la espalda.
- Colocamos las gambas encima de papel de horno. Ponemos más papel encima dejando una separación entre las gambas.
- Con el rodillo de cocina convertimos las gambas en un delicioso carpaccio. Esta delicia la dejamos tal cual en el congelador.
- A la hora de servir la sacamos unos 30 minutos antes de la comida. La dejamos en la nevera o en la mesa.
- Exprimimos el zumo de dos limones y rallamos un poco la cáscara. Bañamos el carpaccio con este zumo y la ralladura.
- Salamos al gusto y regamos con un chorrito de aceite. Con unas tostaditas de pan y un poco de queso o embutido de calidad tendremos la perfecta cena romántica o de capricho.
El origen del Carpaccio
Giuseppe Cipriani es el hombre que inventó el carpaccio tal y como lo conocemos. La no cocción de los alimentos llegó obligada a su restaurante cuando en 1950 le prohibieron a su mejor cliente la carne cocinada.
Imaginar un tipo de carne cruda que estuviera apetecible y que supiera bien fue todo un reto para este chef. Pensó todas las formas posibles para conseguirlo, hasta que dio con la solución perfecta. Congelarla y cortarla muy fina.
El origen del nombre es igual de curioso que los motivos que empujaron a Cipriani a crear esta receta. Al terminar su plato y presentarlo con algunas hojas verdes y queso parmesano por encima le recordó algo que acababa de ver. Un cuadro de su pintor favorito llamado Carpaccio.
En realidad, su plato era una obra de arte que bien merecía el nombre del artista y por ese motivo le puso su misma denominación. Desde ese momento, la carne cruda cortada de cualquier tipo o incluso los vegetales con esta preparación se llaman de esta manera. El carpaccio es una forma sencilla de cocinar que hace las delicias de los amantes de lo natural.