Albóndigas de calabaza y queso

Las albóndigas de calabaza y queso son un plato de lo más original, muy recomendable para estas fechas. La calabaza es un ingrediente de temporada que podemos encontrar fácilmente y que resulta muy versátil en cualquier cocina. Podemos cocinar postres deliciosos, bizcochos y flanes, sopas y caldos, además de estas sencillas albóndigas. Son perfectas para tenerlas siempre en el congelador y cocinarlas en caso de cena de emergencia o cuando nos apetezca un bocado un poco distinto. Toma nota de cómo se preparan unas albóndigas de calabaza y queso de vicio.
Ingredientes:
Cómo preparar unas albóndigas de calabaza y queso
- Para preparar estas albóndigas de calabaza y queso, el primer paso consistirá en cocinar el ingrediente principal. Uno de los pasos más complicados a la hora de cocinar este alimento es pelarla correctamente. Con cuidado le quitaremos la cascara y la meteremos en el horno durante 50 minutos a 180º para que se ablande.
- Cuando tenemos la calabaza lista, un paso que podemos realizar con antelación. Hornear este alimento es sencillo, si después de enfriarse la guardamos en el congelador, podemos tener siempre a nuestra disposición una calabaza lista para la acción.
- En un bol colocamos la calabaza y la vamos a aplastar con un tenedor. Le incorporamos el huevo, la sal y un poco de pimienta.
- Para conseguir unas albóndigas un poco más consistentes vamos a ponerle el queso parmesano rallado, además de sabor nos permitirán cambiar un poco la ligereza de este plato. Cuando estén bien mezclados los ingredientes principales, le ponemos el pan rallado.
- Amasamos bien hasta tener una masa de albóndigas a base de calabaza perfecta. Con las manos vamos creando las albóndigas. Hacemos un circulo, en el centro le colocamos un trocito de mozzarella.
- Cubrimos la mozzarella hasta tener una albóndiga perfecta. Las vamos reservando a medida que las tenemos preparadas.
- En un plato colocamos un poco de pan rallado y en otro el huevo batido. Rebozamos las albóndigas con el huevo y el pan rallado antes de empezar a freírlas.
- En el momento en que tenemos las albóndigas doradas, las vamos retirando del fuego. Las colocaremos sobre papel absorbente hasta que hayan soltado todo el exceso de aceite que hayan podido acumular.
- Servimos en caliente para poder disfrutar de la cremosidad de un corazón de queso fundido. Atrévete a probar estas albóndigas son una auténtica delicia fácil de preparar.
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