Tarta de queso Philadelphia y leche condensada fácil sin horno
Si te gustan las tartas de queso, pero no quieres encender los fogones, apunta los pasos de esta rica tarta de queso Philadelphia y leche condensada sin horno.
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La tarta de queso Philadelphia y leche condensada es una delicia completa, además de que se hace sin horno. Es perfecta para cuando se nos antoja un dulce pero no queremos meternos en los fogones, sobre todo cuando hace calor. De hecho, es un postre que, a pesar de lo dulce que puede resultar gracias a la leche condensada, es refrescante, y si además se corona con frutos del bosque queda estupendo.
El queso crema Philadelphia nació hacia finales del siglo XIX, en Chester, Nueva York, cuando un fabricante de productos lácteos incrementó el contenido de nata a la leche para producir quesos frescos, lo que en Europa se conocía como quesos Neufchatel. El resultado fue una crema perfecta, brillante y lisa, que aquel lechero llamado Lawrence, comenzó a vender modestamente. Poco después, un distribuidor de quesos lo reenvasó con el nombre de Philadelphia Cream Cheese, y la empresa Kraft compró aquel maravilloso producto, bajo cuyo nombre todavía hoy se le conoce.
Ingredientes:
Cómo preparar la tarta de queso Philadelphia y leche condensada:
- Triturar las galletas María hasta volverlas polvo.
- Derretir la mantequilla y mezclarla con las galletas molidas.
- Poner esta masa en el fondo de un molde desmontable, aplastando bien con los dedos hasta compactar bien.
- Meterla en la nevera para que se endurezca.
- Aparte, disolver la cuajada en la leche.
- En el vaso de la licuadora, poner el resto de los ingredientes (el queso crema, la leche condensada y la nata líquida), licuar para integrar.
- Poner esta mezcla en un cazo al fuego, y en cuanto hierva retirar del fuego y agregar la leche con la cuajada.
- Integrar bien con un batidor de varillas y llevar de nuevo al fuego hasta que vuelva a hervir.
- Retirar y verter la mezcla cuidadosamente sobre la base de galletas. Dejar enfriar naturalmente y luego meter a la nevera por lo menos 6 horas.
Puedes agregarle una mermelada de frambuesa a esta deliciosa tarta de queso Philadelphia y leche condensada como topping, o hacerle una ganache de chocolate para un contraste muy interesante: derrite 150 gramos de chocolate negro con 50 ml de nata y cuando la ganache esté tibia bañas la tarta antes de servirla. Todos quedaréis encantados con este postre.