Receta de gelatina de Gin Tonic con limón
Esta gelatina de Gin Tonic con limón es un postre destinado a sorprender. El Gin Tonic es una de las bebidas más populares y consumidas del mundo.
Esta gelatina de Gin Tonic con limón es un postre destinado a sorprender. El Gin Tonic es una de las bebidas más populares y consumidas del mundo. La sobremesa con una copa de este brebaje puede convertirse en un pequeño placer que podemos incrementar con un postre con nombre propio. Si, además, este sabor dulce y cremoso lo combinamos con uno de los más conocidos de nuestra cocina, el limón, tendremos listas todas las claves del éxito. Toma nota de cómo preparar una gelatina de Gin Tonic con limón destinada a triunfar.
Ingredientes:
Cómo preparar una gelatina de Gin Tonic con limón
- Esta receta tiene unos ingredientes muy sencillos. Además de los clásicos del Gin Tonic, incorporaremos un poco de gelatina y azúcar. Si queremos darle más sabor a limón, podemos usar una gelatina de este sabor para la base. También tendrá un color más intenso que puede resultar llamativo.
- Empezamos este postre poniendo la gelatina a hidratar con agua fría. Este ingrediente será el que le dé la consistencia adecuada a la mezcla que estamos creando, es importante que esté perfectamente hidratada.
- Exprimimos el zumo de un limón. Nos dará todo su sabor. También nos quedamos con la piel la rallamos, evitaremos la parte blanca le aportaría un toque amargo que no necesitamos.
- Ponemos en un cazo la tónica. Le incorporamos a esta bebida el azúcar. Si nos gusta más dulce podemos incrementar la cantidad.
- Incorporamos a la tónica el zumo de limón y la ralladura. La ginebra será el último ingrediente en entrar en juego. Esta mezcla la calentamos a fuego lento.
- Esperamos a que el azúcar se haya diluido del todo. Es importante no dejar de remover hasta que esté lista la mezcla.
- En ese momento ponemos la gelatina. La disolveremos con el calor del fuego. Apartamos el cazo del fuego y colocamos en los moldes. Dejaremos que se enfríen en el congelador.
- Prepararemos una base repleta de color. Este paso es opcional, pero puede quedar de maravilla. Disolvemos la gelatina de limón con agua y la añadimos a la mezcla que tenemos en la nevera.
- Este postre lo único un poco más complicado que tienes es que necesita que repose en la nevera o congelador. Lo cocinaremos con antelación para poder disfrutarlo siempre que queremos. Decoramos con un poco de nata y limón.
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