Estas albóndigas de pollo con salsa de cebolla y yogur son una receta perfecta para poder disfrutarla en cualquier ocasión. Una cena de tapeo o un primero lleno de sabor y alegría pueden ser excusas perfectas para ponernos manos a la obra. Las albóndigas caseras son un fondo de congelador indispensable. Podemos tenerlas siempre listas y sacarlas del congelador cuando las necesitemos, nunca tendrán el mismo sabor que las de compra, son mucho más naturales y podemos adaptarlas perfectamente a nuestros gustos. Con esta salsa de cebolla y yogur esta carne blanca destacará por sí sola, toma nota de cómo preparar un plato de restaurante.
Ingredientes:
Cómo preparar unas albóndigas de pollo con salsa de cebolla y yogur
- Empezamos esta sencilla y deliciosa receta con la salsa de cebolla y yogur. Esta salsa es perfecta para todo tipo de carnes blancas y es muy fácil de preparar. Pelamos y cortamos muy finitos la cebolla y el diente de ajo.
- Vamos a poner un poco de aceite en la sartén y freír la cebolla con el ajo. Salpimentaremos al gusto y colocaremos cuando estén tiernos en un bol.
- Cortamos el perejil y lo añadimos a la cebolla y el ajo. Por último, ponemos el yogur. Mezclamos bien y dejamos en la nevera hasta el momento de servir.
- Seguimos con las albóndigas, las vamos a cocinar con una pechuga de pollo. Lavamos esta pieza y la picamos o troceamos al momento. El secreto de cualquier tipo de albóndigas es una carne recién picada.
- Incorporaremos un pequeño secreto, una salchicha de carne de cerdo. Le quitamos la piel y la troceamos con el pollo.
- Ponemos el huevo, el curry, comino, la salsa de soja y el pan rallado. Amasaremos bien antes de ponerle el cebollino y el perejil. Con esta mezcla de especias y de hierbas frescas nos aseguramos el éxito.
- Salpimentamos las albóndigas y dejamos que reposen un poco. Este plato lo podemos dejar listo y al momento de la cena o la comida, freímos las albóndigas. Las doramos con un poco de aceite y escurrimos sobre papel absorbente. Colocamos en un plato con la salsa y disfrutamos de un plato ligero y delicioso.