Huevos a la sartén con tomate natural, mango y cebolla

Comenzaremos lavando y cortando los tomates en cuatro gajos grandes. Retiraremos las semillas y partiremos la carne dándoles forma de daditos pequeños que pondremos sobre un colador y dejaremos escurriendo hasta que eliminen la mayor parte del agua que podremos reservar para aliñar cualquier ensalada. Reservamos.

Pelamos la cebolla, lavamos y picamos lo más pequeña que podamos. Reservamos. Sugerencia: Podéis emplear la cantidad de cebolla que deseéis dependiendo de vuestro gusto.

Pelamos el mango, lo deshuesamos y lo cortamos de igual manera que el tomate.

Colocamos en un cuenco el mango y la cebolla y echamos unas gotitas de zumo de lima y un pellizquito de pimienta negra molida. Removemos y dejamos reposar mientras hacemos los huevos. Recomendación: Procurad no echar demasiada lima para que no oxide el resto de ingredientes.

Picamos algo de cebollino y reservamos.

Los huevos que vamos a hacer son un poquito diferentes a los que normalmente solemos preparar en casa. Y es que esta vez, no usaremos aceite.

Sí, sí, como lo leéis. Haremos unos huevos sin una sola gota de aceite y para ello, solo necesitaremos una sartén antiadherente (requisito fundamental).

Ponemos la sartén al fuego y, cuando ésta esté bien caliente, echamos los huevos (como si fuésemos a freírlos) y tapamos para que se cocinen con el mismo vapor que se genere.

Una vez hechos, solo nos faltará montar el plato. En primer lugar, colocaremos los huevos y, al lado una pequeña cantidad de nuestra mezcla de mango. Finalmente echamos algo de tomate, un poquito de cebollino y un chorrito de aceite.

Y ya tendremos listos estos deliciosos huevos a la sartén con tomate natural, mango y cebolla.

Sugerencia: Para evitar grasas, nosotros hemos cocinado los huevos de esta forma pero podéis prepararlos como más os gusten y, además, si queréis convertir este plato en una verdadera exquisitez, echadle un chorrito de cualquier aceite aromatizado y tendréis un desayuno redondo.