Garbanzos con callos
Los garbanzos con callos son un plato culinario, popular en España, sobre todo en la zona de Castilla y León. Se suele servir en almuerzos familiares, ya que recoge la calidez de la tradición regional. Además, es un plato rico en proteínas y nutrientes, lo que complementa a una dieta balanceada.
Esta suculenta preparación culinaria tiene documentada su primera versión en 1893, realizada por Ángel Miro, en su libro El Practicón de Burgos, donde menciona a los callos como su obra de arte en la cocina moderna. Sin embargo, el plato se ha preparado desde hace algún tiempo, sin poseer una procedencia especifica bien marcada.
Propiedades de los garbanzos
La base de los garbanzos con callos son los garbanzos, un ingrediente que contiene altos niveles nutricionales y proteicos. Uno de estos son los antioxidantes, (polifendes, fitonutrientes y beta-caroteno), que ayudan a evitar enfermedades crónicas. Es el caso del cáncer, Parkinson y los trastornos cognitivos.
Además, los garbanzos poseen un alto contenido de fibra que reduce la inflamación, elimina los calambres y reduce la distención abdominal y el estreñimiento. También ayudan a controlar los niveles de insulina en la sangre, tienen un bajo aporte de calorías. A continuación, vemos otras propiedades de los garbanzos: Hierro, fósforo, magnesio, ácido fólico, cobre, zinc, hidratos de carbono, omega-3.
Se recomienda servir este plato con un acompañante bajo en calorías, aunque tampoco es imprescindible. Realmente los garbanzos no necesitan de un complemento gracias a sus propiedades nutricionales, muy completas.
Receta de los garbanzos con callos
Ingredientes:
Cómo preparar garbanzos con callos:
- Lavar los garbanzos y colocar a remojar en un bol, durante un día.
- Trocear en tiras o en trozos y limpiar los callos. Colocar a blanquear, por dos a tres minutos en agua hirviendo. Una vez listos, colar y mojar en agua fría.
- Poner una olla rápida con agua a hervir. Cuando rompa el hervor, echar los garbanzos y los callos.
- Cortar lar verduras en finos trozos, y ponchar en una sartén con aceite de oliva.
- Añadir las verduras troceadas, y previamente sofritas, a la olla rápida. Colocar sal y pimienta al gusto. Tapar y dejar cocer por espacio de una hora.
- Una vez estén hirviendo los ingredientes, añadir el vino blanco y el chorizo, cortado en ruedas, de un grosor mediano.
- Añadir la hoja de laurel.
- Mezclar todo los ingredientes muy bien.
- Servir caliente.