Fiambre casero de cabeza de cerdo

El fiambre casero de cabeza de cerdo es típico de la gastronomía gallega. Esta parte del animal, también llamada “cachucha” es el ingrediente emblemático de esta cocina, caracterizada por platos de cuchara espesos y reconfortantes. Desde que el Conde de Sándwich popularizó el consumo de bocados en el siglo XVIII la creatividad en la cocina se ha desbordado. Esto ha generado diversas recetas para preparar embutidos sanos y nutritivos, utilizando carnes como la de cerdo, la cual destaca por su particular textura y agradable sabor.

Elaborar esta receta de fiambre casero de cabeza de cerdo no es complicado. Aunque se requiere disponer del tiempo necesario para cocer las carnes y refrigerar el embutido una vez elaborado. Aun así, vale la pena el esfuerzo para obtener un alimento procesado saludable e incorporarlo en el desayuno, la merienda o la cena.

La carne de cerdo es rica en proteínas y aminoácidos esenciales para el funcionamiento del organismo. Este alimento es rico en proteínas de calidad, hierro y magnesio. Su alto contenido de vitaminas del grupo B es beneficioso para el desarrollo y mantenimiento de la masa muscular. Conoce cómo preparar esta receta… ¡Sigue leyendo!

Ingredientes

Cómo preparar el fiambre casero de cabeza de cerdo

1. Desalar las carnes durante 12 horas en agua fría. Cambiar el agua y reservar durante 12 horas más.
2. Sacar las carnes del agua y limpiar bien, raspando la piel con un cuchillo.
3. Chamuscar los pelos de la piel de la carne con un soplete de cocina, lavar nuevamente y colocar en una cazuela amplia.
4. Añadir agua fría hasta que cubra la carne e incorporar el puerro junto con las zanahorias.
5. Cocer durante 1 hora, retirando la espuma que se forma en la superficie.
6. Sacar la carne del caldo, deshuesar y desmenuzar.
7. Cortar las cebollas finamente y sofreír en una cacerola profunda con aceite caliente.
8. Agregar la pimienta negra, la nuez moscada y el vino blanco. Revolver y cocinar hasta que el líquido reduzca. Incorporar la carne y el caldo.
9. Cocer la preparación con la cacerola tapada durante 30 minutos a fuego medio para que reduzca el líquido.
10. Forrar un molde para hornear pan con papel film y acomodar la carne junto con el caldo de manera uniforme.
11. Tapar con film y dejar enfriar.
12. Guardar en el frigorífico durante 24 horas.
13. Desmoldar y cortar en lonchas.
14. Servir.

Esta preparación es ideal para merendar o cenar. Aunque se puede utilizar como guarnición para acompañar unos huevos revueltos en el desayuno. Coloca una loncha sobre pan tostado y disfruta un delicioso bocado… ¡A cocinar!