Ensalada de calabaza y rúcula

La ensalada de calabaza y rúcula supone una combinación de sabores que es realmente espectacular. Disfrutar de una saludable cena como esta, que además, está deliciosa es un paso adelante en nuestra dieta. Llega el momento en que hay que cuidarse y ofrecer siempre lo mejor a nuestro alcance. La calabaza nos ofrece la posibilidad de disfrutar de una hortaliza que es auténtica por sus múltiples propiedades beneficiosas para nuestro cuerpo. Normalmente la comemos en crema, pero siempre podemos ir incorporando recetas para darle un poco más de intensidad. La rúcula por su parte suele ser la reina de cualquier ensalada. Merece la pena que se unan para hacernos disfrutar de la mejor cena saludable a nuestro alcance. Toma nota de lo fácil que es preparar esta receta.

Ingredientes:

Cómo preparar una ensalada de calabaza y rúcula:

1. Empezaremos esta deliciosa ensalada preparando el ingrediente principal, la calabaza. Para esta receta es mejor que sea pequeña, aunque ya que la vamos a asar, la puedes reservar para un puré u otro modo de comértela.
2. La pelaremos, retiraremos las semillas y todos los filamentos para poder cortarla en cubos de unos 2 centímetros. La mezclaremos con algunos ingredientes para darle un poco de sabor, la dispondremos en un cuenco.
3. Incorporaremos el aceite de oliva, el vinagre balsámico, la salsa Wrcestershire y pimienta negra. Lo mezclaremos todo bien mientras encendemos el horno a 180º.
4. Dispondremos la calabaza en el horno y dejaremos que se cocine unos 25 minutos, vigilando y removiendo, en la medida de lo posible para que quede bien hecha por todos los lados.
5. Cuando esté lista la pondremos directamente en la ensaladera para que se vaya enfriando. Lavaremos bien la rúcula y la añadiremos. Pondremos también las semillas de la calabaza un poco tostadas, le darán un punto muy personal.
6. Además de las propias semillas de la calabaza, pondremos un poco de sésamo y prepararemos el aliño. Incorporamos el aceite de oliva, el vinagre de Módena, la salsa de soja, la miel, el tomillo, el zumo de un limón y rectificamos de sal y pimienta. Solo nos quedará servir una ensalada que está de vicio.