Cómo abrir, limpiar y cortar sardinas
Las sardinas son uno de los pescados azules más ricos, sabrosos y saludables que existen gracias a la multitud de beneficios nutricionales que contienen.
Y es que estos pequeños peces son fuente de proteínas, minerales (como el fósforo, el hierro y el sodio) y de Omega 3 (un ácido graso insaturado capaz de proteger el sistema cardiovascular y ayudar a bajar los niveles altos de colesterol).
Pese a que las sardinas contengan una cantidad algo mayor de calorías que otras variedades, son un alimento a tener muy en cuenta a la hora de incluirlo en nuestra dieta.
Pero para llegar a ese delicioso momento en que las podamos saborear, antes, hay que pasar o «sufrir» otro; el tener que abrirlas, limpiarlas y cortarlas.
Hay que reconocer que esta tarea no es muy grata, y que, si desconocemos cómo hacerla, podemos terminar descubriendo que el interior no es tan bonito como lo pintan…
Por este motivo, hoy os traemos unos sencillos pasos que nos convertirán en auténticos habilidosos a la hora de manipular este tipo de pescado.
¿Queréis saber cuales son estos? Pues nos os perdáis estos consejos acerca de cómo abrir, limpiar y cortar sardinas.
– Comenzaremos comprobando si la sardina conserva aún algunas escamas por la piel y, sobre todo, por la zona de la cabeza. De ser así, las quitaremos, con ayuda de un cuchillo, raspando con la hoja y realizando movimientos cortos, rápidos y fuertes (sin llegar a dañar el pescado), y siempre en dirección contraria a la escama (es decir, lo que solemos llamar comúnmente «a contrapelo»).
– Una vez lista la sardina, cortaremos, con una tijera de cocina, las aletas que presenta tanto en la parte superior como en la inferior.
– Colocamos la sardina con la zona del vientre hacia nosotros y, con esa misma tijera, abriremos realizando un corte desde la cola hasta la cabeza (recordad, por la zona del vientre).
– Para limpiar la sangre, colocaremos el pez debajo del grifo y dejaremos unos segundos (con un chorro suave y, si es posible, tirando a hilito).
– Una vez limpiemos la sangre, retiraremos las tripas. Para ello, colocaremos nuestro dedo pulgar cerca de la cola (y dentro del corte) y lo moveremos suavemente hacia la cabeza de forma que vayamos arrastrando las tripas hacia fuera.
– Descartamos las agallas y ponemos nuevamente bajo el grifo para limpiar bien el interior (con mucho cuidado para no romper la piel).
– El corte de éstas dependerá de si las queremos abiertas en libro o, cortadas doblemente (como si fuesen dos filetes más pequeños).
– Para prepararla de la primera forma, bastará con que realicemos un corte, con ayuda de un cuchillo bien afilado, a ambos lados de la columna vertebral primero en la cola y, después desde ésta hasta la cabeza de manera que la carne se separe.
– Cortamos la cola y la cabeza y retiramos la espina dorsal. El resultado será la carne que nos quedará abierta como un libro.
– Con ésta extendida, recortaremos los bordes y listo.
– Si queremos filetear más aún la sardina, cortaremos la carne en el centro (sin llegar hasta el final) y llevaremos esa «lámina» hacia fuera.
Como veis, preparar sardinas nunca antes fue tan sencillo…