Receta de Alitas de pollo horneadas al romero
¿Te gusta cocinar pollo en casa y buscas una receta un poco diferente? Toma nota de los pasos de estas alitas de pollo horneadas al romero.
Una de las maneras más sanas de disfrutar las alitas de pollo es cocinarlas al horno. En esta receta, las alitas de pollo horneadas al romero quedan aromáticas y llenas de sabor. Sin duda, comerlas fritas tiene su encanto y son deliciosas, pero si lo que deseamos es cuidar la salud y no ensuciar mucho en la cocina, esta opción es ideal. Las alitas suelen descartarse de la lista de la compra porque lo más común es freírlas, pero se pueden ver otras técnicas más saludables. A los niños les encanta y a los adultos también.
La preparación que vemos a continuación muy sencilla de hacer. Para conseguir un punto muy crujiente, los últimos 10-15 minutos hay que dejarlas con la piel hacia arriba. Si se desea aportar un sabor extra, lo mejor es marinarlas los días previos en un caldo hecho con pimentón, vino tino, aceite, orégano, etc. Este adobo además facilitará que se conserven unos días en la nevera, tapadas, en perfecto estado para su cocinado.
Ingredientes:
Cómo preparar las alitas de pollo horneadas al romero:
- Precalentar el horno a 180° C.
- Ponemos las alitas de pollo en una bandeja para horno. Echar unos hilos de aceite, poco. Salpimentar las alitas generosamente.
- Espolvoreamos con el romero seco.
- Esparcimos el perejil.
- Meter los dientes de ajo sin pelar entre las alitas, y la cabeza se corta por la mitad y se pone en una esquina de la bandeja.
- Introducir en el horno durante 30 minutos.
- Al cabo de este tiempo, sacar la bandeja, rociar con el vino y volverlas a meter en el horno.
- Dejarlas 10 minutos más o hasta que se doren por completo. Estos tiempos de horneado son una referencia, dependerá de las características del horno, el tipo de focos de calor, etc.
- Servir.
Si quieres puedes servir estas ricas alitas con patatas horneadas, aprovechando el calor y el tiempo. Corta las patatas en trozos grandes, a lo rústico, embadúrnalas de abundante aceite de oliva, hierbas provenzales, un toque de guindilla molida (un poquitín si no te gusta tan picante), sal y pimienta, ponlas en una bandeja plana y hornea en la rejilla superior.
También puedes preparar una ensalada de varias lechugas, tomate, cebolla morada cortada en juliana, algunas aceitunas negras, y listo, tendrás una guarnición ideal para tus alitas.
