Bruschetta siciliana: una receta clásica de la cocina italiana

La bruschetta siciliana es sin duda uno de los aperitivos o antipasti más famosos de la bota y del mundo entero. En sus orígenes era un plato pobre que consistía en rebanadas de pan tostado con ajo regadas en aceite de oliva, que comían los campesinos del sur de Italia para aprovechar el pan duro. La palabra bruschetta viene del dialecto romano bruscare, que significa tostar.

Tradicionalmente las bruschettas se hacen en un horno especial llamado brustolina, pero quedan perfectas en los hornos tradicionales que todos tenemos en casa. La bruschetta siciliana se caracteriza por llevar sobre el pan una especie de guiso de berenjenas llamado caponata, una receta tradicional de Sicilia, cuyos ingredientes los sicilianos tienen siempre a la mano: berenjenas, aceitunas, tomates, alcaparras, y un buen aceite de oliva, típicos del Mediterráneo.

Ingredientes:

Cómo preparar la bruschetta siciliana:

1. Cortar el apio en brunoise pequeña, poner en una olla con agua hirviendo y cocer durante 5 minutos. Escurrir y reservar.
2. Cortar la berenjena en dados, ponerla en un colador y espolvorear con sal gruesa, dejar reposar.
3. Cortar la cebolla y los pimientos en brunoise. En una sartén con un poco de aceite freír a fuego lento.
4. Cuando esté pochada, añadir las alcaparras, aceitunas y piñones, subir el fuego a medio-alto y cocer 10 minutos, removiendo para que no se quemen.
5. Cortar los tomates en cuadrados pequeños y agregar a la sartén, bajar el fuego.
6. En otra sartén, echar aceite y rehogar el apio. Añadir las berenjenas sin agregar más aceite, para que queden ligeras.
7. Precalentar el horno.
8. Al estar blandas las berenjenas, incorporar a la sartén primera.
9. Agregar el azúcar y el vinagre y remover todo.
10. Cortar el pan en rebanadas de 2 cm, pasarles un ajo por la superficie y tostarlas hasta que estén doraditas.
11. Sacar del horno, cubrir con la caponata y adornar con hojas de albahaca.

Haz tu bruschetta siciliana y sírvela como aperitivo o entrante, resulta deliciosa en cualquier momento. Lo ideal es que las sirvas y las comas calentitas, en lo que las rebanadas salgan del horno, para que el pan no se remoje mucho y pierda consistencia.