Receta de Tortitas de remolacha

Las tortitas de remolacha son una forma muy divertida de comer un alimento sano. Para que esta receta sea aún más saludable, no se usa azúcar añadido. Como elemento endulzante se utiliza el plátano, una fruta muy nutritiva, aparte de la remolacha que también agrega dulzor. Además de los nutrientes de origen vegetal, la leche suma vitaminas y minerales a esta preparación. El plátano es una fruta especialmente rica en potasio, un mineral importante para el funcionamiento de los músculos; también interviene en la transmisión de los impulsos nerviosos.

La remolacha ayuda a disminuir la presión arterial, debido a su alta concentración de nitratos. Este vegetal es un excelente antioxidante, gracias a los flavonoides que ayudan a prolongar la vida útil de las células. Aporta vitaminas del grupo B, especialmente ácido fólico; también vitamina A, que ayuda a la vista, y vitamina C que contribuye con el fortalecimiento del sistema inmune.

Ingredientes:

Cómo preparar tortitas de remolacha:

1. Calentar agua en una cacerola.
2. Lavar la remolacha y quitar los restos de tierra con ayuda de un cepillo. Agregar la remolacha a la cacerola y cocinar a fuego medio durante 30 minutos. Contar el tiempo a partir de que el agua empiece a hervir.
3. Retirar del agua caliente y colocar la remolacha en agua fría por cinco minutos. Transcurrido ese tiempo, retirar del agua y quitar la cáscara de la remolacha. Cortarla en trozos medianos.
4. Verter una taza de agua en una licuadora. Agregar la remolacha. Incorporar el plátano, la levadura química y el polvo de hornear. Licuar hasta que todos los elementos queden perfectamente integrados. El resultado debe ser una mezcla rosada con cierto espesor como el de la masa para panquecas o tortitas.
5. Calentar una sartén antiadherente o una plancha del mismo tipo. Cuando esté caliente, verter una cantidad de mezcla. Cocinar por un minuto a fuego medio. Dar la vuelta a la tortita y cocinar por un minuto más y retirar del fuego.
6. Servir las tortitas de remolacha calientes o tibias, no frías.

Las tortitas de remolacha, además de nutritivas, tienen un atractivo color. Su apariencia las hace atractiva para los niños que pueden tener resistencia a comer vegetales. Pueden comerse frías o calientes. También se puede añadir un poco más de harina y hacerse como frituras a cualquier hora del día.  Puedes acompañarlas con un toque de miel. ¡Atrévete a probarlas!