Pollo al vino blanco
El pollo es una de las carnes blancas más versátiles. Puede prepararse en sopas, caldos, cremas, guisos, empanadas y mucho más. La receta de pollo al vino blanco es una deliciosa opción para disfrutar de una carne tierna, aromática y con mucho sabor.
La carne de pollo es una saludable fuente de proteínas de alto valor biológico. Estas sustancias surten al organismo de los aminoácidos esenciales para funcionar. Cumplen la importante función de intervenir en el desarrollo muscular y de los otros tejidos del cuerpo.
Además, las proteínas fortalecen a nuestro sistema inmune, protegiendo al cuerpo de agentes externos que puedan producir enfermedades.
Ingredientes:
Cómo preparar pollo al vino blanco:
- Limpiar bien las pechugas de pollo, eliminando cualquier resto de grasa o piel. Sazonar con sal y pimienta.
- Poner a calentar una sartén con un chorrito de aceite de oliva. Dorar las pechugas por ambos lados a fuego alto. Sacar de la sartén y reservar.
- Picar la cebolla y el ajo finamente. Pocharlos en la sartén con aceite de oliva a fuego bajo. Usar el mismo aceite del pollo si el mismo no se quemó anteriormente. Añadir la guindilla picada.
- Cortar en trozos pequeños el beicon y el jamón serrano mientras se cocina la cebolla. Reservar.
- Cortar los champiñones en láminas. Incorporar a la sartén con el jamón y el beicon.
- Esperar a que el beicon comience a cambiar de color. Remover para que no se quemen el ajo y la cebolla.
- Poner el pollo en la sartén, incluyendo el jugo que haya soltado en el envase en el que se reservó.
- Rociar el vino blanco sobre el pollo. Subir el fuego a la sartén y esperar que le alcohol se evapore.
- Agregar una media taza de caldo de pollo o de vegetales. No hay que cubrir el pollo. Dejar cocinar a fuego bajo para que le pollo absorba los aromas del vino y del caldo y se cocine por dentro. Mientras esto sucede, tapar parcialmente.
- Cuando los líquidos se hayan reducido, apagar, rectificar la sal y servir.
Prepara este delicioso pollo al vino blanco que se caracteriza por un aroma irresistible. Acompáñalo con un puré de patatas o una colorida ensalada verde: un plato verdaderamente especial.