Mollejas de pollo al ajillo

Las mollejas de pollo al ajillo forman parte de esos platos que son capaces de sorprender de una forma grata a aquellos quienes lo prueban por primera vez. Realmente es una receta repleta de sabor y texturas que encantan el paladar de cualquier comensal. Esta elaboración puede ser realizada con motivo de entrada principal, almuerzos, cenas o como compañía para complementar otros platos. De esta forma, esta deliciosa receta es ideal para aquellas personas que quieren variar su alimentación con algo diferente.

Aunque las mollejas de pollo no suelen ser muy utilizadas dentro de la cocina, son una excelente opción para utilizar dentro de la dieta diaria. Esto se debe a que tienen excelentes valores nutricionales, capaces de ayudar a mantener el cuerpo en un buen estado.

Entre los más destacados se encuentran sus valores de vitamina B3 y B12, que promueven la aceleración de glóbulos rojos y fortalecen nuestro sistema nervioso. Además, también contiene vitamina B2, que ayuda a promover la respiración celular y la salud de la piel.

Ingredientes:

Cómo preparar las mollejas de pollo al ajillo:

1. En primer lugar, se deberán limpiar todas las mollejas con agua fría y un poco de vinagre, para eliminar aquellos residuos que puedan contener.
2. A continuación, introducir las mollejas de pollo dentro de una cacerola lo suficientemente grande y poner agua dentro y un poco de sal.
3. Esta cacerola deberá colocarse a cocinar a fuego medio durante aproximadamente 40 minutos, hasta que estén completamente tiernas.
4. Después de esto, escurrir el agua, añadir un chorro de aceite y rehogar durante unos 20 minutos dentro de la cazuela.
5. Posteriormente, agregar el azafrán junto con la pimienta y la sal.
6. Estos ingredientes deberán dejarse reposar durante una hora para que se incorporen a la perfección.
7. Mientras tanto, pelar y majar el ajo para luego agregarlo a las mollejas junto con el vino blanco.
8. Una vez todos los ingredientes se encuentren dentro de la cacerola, comenzar a cocinar a fuego medio nuevamente.
9. El hervor debe ser suave, continuado, para integrar todos los sabores y también los aromas.
10. Las mollejas al ajillo se encontrarán completamente listas una vez el vino se haya consumido casi por completo.
11. Si se desea más espesa la salsa, se puede engordar con un poco de harina de maíz.
12. Finalmente, retirar las mollejas al ajillo de la cocina y servir al gusto.