Ragout de pescado
El ragout de pescado es un plato exquisito que combina los sabores marinos con el toque versátil de la pasta. De esta forma, se consigue una perfecta alineación de mezcla de ingredientes, que ofrecen diversos beneficios debido a su riqueza nutricional. Además, es un plato ideal para un almuerzo elegante o para servir en una cita romántica; está demostrado que la combinación de pasta y marisco contiene propiedades afrodisíacas.
En el aspecto nutritivo, esta receta tiene un bajo contenido en grasas y poco nivel calórico; se trata de una buena opción para integrarse en una dieta adelgazante. Esta elaboración de ragout de pescado también es buena para los niños. Aquellos pequeños que sean reacios a comer productos del mar, encontrarán en la pasta una aliada perfecta para ello.
Ingredientes:
Cómo preparar el ragout de pescado:
- Pelar y machacar los dos dientes de ajo.
- Picar en rodajas las verduras y colocarlas en una sartén con aceite a fuego medio, junto con los ajos machacados.
- Ir rehogando hasta que las cebollas se encuentren transparentes.
- Agregar los langostinos, los mejillones y las almejas. Añadir también el orégano, la pimienta y la sal.
- Echar al conjunto la mantequilla y el salmón, limpio y cortado en trozos. Dejar hasta que los ingredientes se doren un poco.
- Una vez listos, agregar el caldo de pescado, y dejar cocer a fuego bajo durante 20 minutos. El resultado final debe quedar espeso, como una especie de crema.
- Al mismo tiempo, colocar una olla con agua a fuego medio. Agregar un chorrito de aceite de oliva y un poco de sal; dejar hasta que hierva.
- Echar la pasta a la olla con agua, remover y dejar hasta que esté bien cocida. El tiempo de cocción dependerá de la marca y el tipo de pasta; normalmente se encontrará una recomendación del tiempo en el mismo envase.
- Una vez esté lista la pasta y se encuentre espesa la salsa de mariscos y pescado, agregar la pasta al sartén y dejar durante cinco minutos, a fuego lento.
- Servir con un poco de queso parmesano espolvoreado por encima.
Una vez listo el plato, podrás impresionar a tus invitados sirviéndolo en compañía de una copa de vino; recuerda que lo mejor es un vino blanco, o rosado, ya que su sabor suave no opaca a los ingredientes del plato.
