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El postre casero que ha conquistado a Karlos Arguiñano: es facilísimo y está delicioso

Postre de Karlos Arguiñano
Karlos Arguiñano.
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

La cocina tiene esa magia especial de unir tradición y creatividad, y hay recetas que parecen salir directamente de la memoria familiar, donde cada bocado nos transporta a momentos entrañables. En esta ocasión, el mismísimo Karlos Arguiñano ha elogiado un postre elaborado por su hermana, Eva María Arguiñano, durante una de sus visitas al programa de televisión del conocido chef: un rulo de hojaldre relleno de arroz con leche, con un acabado crujiente por fuera y una textura cremosa y aromática en el interior.

Eva no sólo ha sorprendido con el sabor del postre, sino también con su presentación y su técnica para evitar que el relleno se desborde durante el horneado, un muy truco útil que cualquiera puede aplicar en casa. Esta receta, pensada para compartir y disfrutar, es la excusa perfecta para reunir a la familia o sorprender con un dulce diferente y elegante, sin necesidad de ser un experto en repostería.

El postre favorito de Karlos Arguiñano

Los ingredientes para 6 personas son:

Para la tarta:

  • 1 lámina de hojaldre (mejor si es rectangular)
  • 1 huevo (para pintar la masa)
  • 100 gramos de almendra picada (no molida)
  • 2 cucharadas de azúcar glas
  • Unas hojas de menta fresca (opcional, para decorar)
  • Para el arroz con leche:

    • 50 gramos de arroz redondo
    • 500 ml de leche entera
    • 50 gramos de azúcar
    • 2 tiras de corteza de limón (sin parte blanca)

    Para su elaboración, sólo hay que seguir estos pasos:

    1. Comenzamos poniendo la leche y la nata en una cazuela amplia. Es recomendable que estén frías al inicio para que el arroz tenga tiempo de absorber el líquido poco a poco.
    2. Añadimos el arroz crudo, el azúcar y las tiras de limón, que aromatizarán suavemente el conjunto sin aportar un sabor agresivo.
    3. Llevamos todo a fuego bajo y dejamos cocer con paciencia, durante al menos una hora y cuarto. No hay que olvidar remover con cierta frecuencia, especialmente a medida que el líquido se va reduciendo. El arroz debe quedar tierno, pero sin pasarse, y el conjunto debe tener una consistencia algo densa, que se sostenga al colocarla sobre la masa.
    4. Una vez listo, retiramos las cáscaras de limón y dejamos templar. Este paso es clave, ya que si rellenamos el hojaldre con el arroz aún muy caliente, la masa podría reblandecerse y romperse al enrollarla.
    5. Mientras el arroz con leche se templa, ponemos las almendras picadas en un bol con un poco de agua caliente. Esto ayudará a que se humedezcan ligeramente y se adhieran mejor a la superficie del hojaldre más adelante.
    6. Encendemos el horno y lo precalentamos a 180ºC, con calor arriba y abajo. Así, estará listo cuando vayamos a meter el rulo de hojaldre.
    7. Extendemos la lámina de hojaldre sobre una bandeja de horno, preferiblemente sobre papel vegetal. Si la masa viene con su propio papel, podemos aprovecharlo directamente.
    8. En el centro del hojaldre, colocamos una franja del arroz con leche, dejando márgenes amplios a los lados para poder cerrar bien. Éste es el momento de añadir un poco de canela espolvoreada si nos gusta ese toque especiado, que casa muy bien con la leche, el limón y el arroz.
    9. Batimos el huevo y lo usamos para pintar los bordes de la masa, lo que facilitará que se sellen correctamente.
    10. Enrollamos con cuidado, ayudándonos del propio papel si es necesario, hasta formar un cilindro cerrado. Cerramos bien los extremos, presionando con los dedos o doblándolos ligeramente hacia abajo para evitar que el relleno se escape.
    11. Para que durante el horneado el hojaldre no se expanda y pierda su forma cilíndrica, Eva Arguiñano coloca a los lados del rulo pequeños topes que actúen como sujeción. No se trata de apretar el rulo, sino de mantenerlo estable para que conserve su forma.
    12. Con un cuchillo afilado, hacemos tres cortes superficiales en la parte superior del hojaldre, a modo de pequeñas chimeneas. Esto permite que el vapor escape y evita que el hojaldre se infle en exceso o se agriete de forma descontrolada.
    13. Pintamos toda la superficie del rulo con el resto del huevo batido, lo que dará un acabado dorado y apetecible. Escurrimos bien las almendras picadas que habíamos hidratado y las repartimos generosamente por encima.
    14. Colocamos la bandeja en el centro del horno y dejamos cocinar durante aproximadamente una hora. El tiempo puede variar ligeramente según el horno, pero sabremos que está listo cuando el hojaldre esté bien dorado y crujiente.
    15. Una vez fuera del horno, dejamos reposar el rulo durante al menos 20-30 minutos. Servido tibio, el contraste de texturas es ideal, aunque también se puede disfrutar frío. Para presentar, lo ideal es espolvorear con un poco de azúcar glas y decorar con unas hojitas de menta fresca.

    Este postre ha conquistado a Karlos Arguiñano por su sabor y la sencillez con la que se puede elaborar en cualquier cocina. Es una de esas propuestas que combinan lo mejor de la repostería tradicional con una presentación moderna y atractiva.

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