Pizza de masa madre de centeno con queso de oveja


Hay diferentes tipos de harinas, unas más saludables que otras. Esta pizza de masa madre de centeno es un buen ejemplo.
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La pizza de masa madre de centeno con queso de oveja es una receta con carácter, pensada para quienes disfrutan de sabores intensos y texturas rústicas. El centeno aporta un aroma profundo y ligeramente ácido, mientras que la fermentación natural de la masa madre ofrece una digestión más ligera. El queso de oveja, con su punto salado y cremoso, completa el conjunto con una personalidad inconfundible.
Ingredientes para una pizza grande (4 porciones)
Para la masa
Para la cobertura
- 120 g de tomate triturado natural
- 150 g de queso de oveja curado, rallado o en láminas
- 1 tomate grande en rodajas finas
- 50 g de aceitunas negras sin hueso
- 1 cucharadita de orégano seco
- 1 chorrito de aceite de oliva virgen extra (10 ml)
- Hojas frescas de rúcula o albahaca (opcional)
Preparación paso a paso
- Activar la masa madre
Si la tienes guardada en el frigorífico, aliméntala con partes iguales de agua y harina de centeno. Déjala a temperatura ambiente entre cuatro y seis horas, hasta que burbujee y aumente de tamaño. Este proceso es esencial para que la masa adquiera el sabor característico y la textura aireada de las fermentaciones naturales. - Mezclar los ingredientes
En un cuenco grande combina la harina de centeno, la de trigo y la sal. Añade la masa madre y el agua poco a poco mientras mezclas. Incorpora el aceite al final. La masa de centeno es más densa y algo pegajosa, por lo que no necesita un amasado largo; basta con unir bien todos los ingredientes hasta obtener una textura uniforme. - Fermentación lenta
Cubre el recipiente con un paño húmedo o una tapa y deja reposar la masa entre seis y ocho horas a temperatura ambiente. Si prefieres un sabor más desarrollado, puedes guardarla en el frigorífico durante la noche y sacarla una hora antes de usarla. - Formar la base
Espolvorea un poco de harina sobre la superficie de trabajo. Extiende la masa con las manos o con un rodillo hasta formar un disco de unos 30 centímetros de diámetro. Colócala sobre una bandeja ligeramente aceitada o con papel de horno. - Preparar la cobertura
Distribuye el tomate triturado sobre la base dejando un borde libre. Coloca las rodajas de tomate, las aceitunas y reparte el queso de oveja. Añade el orégano y un ligero chorro de aceite de oliva. - Hornear
Precalienta el horno a 220 grados con calor arriba y abajo. Hornea entre 15 y 18 minutos, hasta que los bordes estén dorados y el queso empiece a fundirse y burbujear. Si cuentas con piedra para pizza, el resultado será más crujiente. - Servir
Saca la pizza del horno, deja reposar unos minutos y, si te apetece, añade hojas frescas de rúcula o albahaca. Corta en porciones y sirve caliente.
Total aproximado: 1.980 kcal por pizza completa.
Cada porción de un cuarto aporta unas 495 kcal, con un equilibrio entre hidratos de carbono complejos, grasas saludables y proteínas de calidad.
Consejo final
Para una versión más ligera puedes reducir la cantidad de queso a 100 gramos o combinarlo con un poco de requesón. También puedes añadir champiñones o pechuga de pollo para aumentar el aporte proteico.