Langostinos al ajillo, receta de la tapa auténtica que ha traspasado fronteras
Los langostinos al ajillo son una tapa auténtica fácil de preparar que ha traspasado todas las fronteras.
Los langostinos al ajillo son una tapa auténtica fácil de preparar que ha traspasado todas las fronteras. Tener unos langostinos en el congelador es la excusa perfecta para ponerse manos a la obra. Si tenemos la suerte de encontrarlos frescos en la pescadería, habrá llegado el momento de hacer esta receta por todo lo alto. Sea de una forma o de otra, los langostinos al ajillo son un plato que se cocina rápidamente y siempre quedará bien. Con una base de ingredientes que encontramos en nuestra cocina, vamos a crear unos langostinos al ajillo impresionantes.
Ingredientes:
Cómo preparar langostinos al ajillo:
- Esta receta no tiene complicación alguna. Lo más destacado es hacernos con unos ingredientes de buena calidad para que el acabado sea perfecto en todos los sentidos.
- El número de dientes de ajo dependerá de la intensidad que le queremos darle a esta tapa tan deliciosa.
- Es un ingrediente que le dará al langostino un punto picante muy interesante y combinará a las mil maravillas con el limón.
- Empezaremos esta elaboración pelando los dientes de ajo, con media docena será suficiente, siempre y cuando tengamos en cuenta la cantidad de langostinos que tenemos.
- Picamos los ajos muy finitos si no queremos notarnos, si nos gusta el ajo, podemos dejarlos enteros para que se vean en la receta.
- Seguimos con los langostinos, si son congelados dejamos que se descongelen al natural, pero no del todo.
- A medio descongelar son más fáciles de pelar, nos quedarán perfecto y podremos conseguir el acabado que buscamos.
- Si son frescos, simplemente los pelamos cuando llegamos a casa. Les quitamos cualquier rastro de suciedad que pueda llegar a perjudicar la receta, incluyendo la piel y las venas. Este paso es importante o le pueden dar mal sabor a la receta.
- En una sartén grande, ponemos los 200 gramos de mantequilla, esperaremos a que se funda poco a poco.
- Podemos poner aceite de oliva en lugar de la mantequilla. Nuestra joya nacional nos quedará de lujo en esta receta.
- Es una forma de incluir un producto nacional capaz de hacer resaltar todo tipo de platos. Es importante que le demos el acabado ideal con detalles que nos gusten, si somos de aceite, mejor que la mantequilla.
- Una vez la mantequilla haya comenzado a burbujear o el aceite está caliente, ponemos los ajos y los langostinos.
- Salteamos los ingredientes a medida que se vayan cocinando, esto con la intención de que los langostinos se cocinen perfectamente, hasta que tengan un color rosa característico.
- Como todo el marisco que comemos, es importante que no esté muy hecho para que nos quede un acabado más destacado.
- Lavamos el perejil, eliminando cualquier residuo que pueda afectar el resultado final de la receta. Un poco de perejil fresco es el complemento ideal de este tipo de tapa.
- Picar el perejil en trozos lo más pequeños posibles, ponemos en la sartén con el resto de los ingredientes para darle color y sabor.
- Añadimos el zumo de limón y la sal al sartén, evitando el exceso para no perturbar su sabor. Si no se desea el gusto a limón, puede cambiarse por un toque de vinagre, el resultado es igual de fresco. Contrastará con el ajo y los langostinos.
- Removemos constantemente todos los ingredientes dentro de la sartén para que se fusionen correctamente. Nos debe quedar una tapa perfecta para mojar pan con una ligera salsa que se convertirá en mítica.
- Cocinamos esta delicia durante al menos 15 minutos, salteando de vez en cuando para un dorado uniforme. Si nos gustan menos hechos los langostinos con 10 minutos será suficiente.
- Una vez listos los langostinos, apagamos el fuego y dejamos que reposen durante unos minutos hasta que todos los sabores se intensifiquen un poco más.
- Este tipo de tapa debe servirse en caliente, es importante que estén todos los sabores muy presentes y que podamos disfrutarla con un buen pan de pueblo y un vino blanco fresquito.
- Podemos colocar estos langostinos en forma de pincho con los ajos de bandera para una presentación un poco distinta.
- Otra opción es tostar un poco de pan y colocar los langostinos encima a modo de tapa selecta, con un poco de pimentón de la vera para darle color y sabor.
- Un chorrito de aceite de oliva y un poco de alegría llegarán de la mano de un bocado sencillo y delicioso.
- Los langostinos al ajillo son una tapa que nunca fallará. Una combinación de ingredientes y de sabores impresionantes en todos los sentidos.
- Conviértete en un maestro de las tapas con unos langostinos al ajillo cocinados fácilmente en casa con el mínimo esfuerzo posible.
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