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Ni en un jarrón ni sobre la mesa: este es el lugar dónde debes poner el muérdago para atraer la suerte

El muérdago
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Durante el mes de diciembre, el muérdago se convierte en protagonista indiscutible en la decoración del hogar. Asociado al amor, la prosperidad y la buena fortuna, esta planta de hojas verdes y bayas blancas se suele colocar en jarrones, centros de mesa o rincones decorativos. Sin embargo, según la tradición más antigua y extendida en Europa, ninguno de esos lugares es el correcto si lo que se busca es atraer la suerte. El muérdago, para cumplir su función simbólica, se debe colocar en la puerta de casa.

En la antigüedad, los druidas celtas creían que el muérdago tenía poderes mágicos porque crecía sin tocar el suelo, suspendido en los árboles, lo que lo convertía en un puente entre el cielo y la tierra. Para ellos, esta planta protegía contra los malos espíritus, favorecía la fertilidad y garantizaba la prosperidad. En la antigua Roma, también estaba ligado a la paz y la reconciliación. Con el paso de los siglos, estas creencias se mezclaron con las tradiciones navideñas cristianas, dando lugar a la costumbre de colocar muérdago como elemento decorativo durante las fiestas navideñas.

¿Dónde colocar el muérdago?

Colocar esta planta en un jarrón o como centro de mesa, aunque visualmente puede resultar atractivo, desde el punto de vista simbólico pierde gran parte de su significado.La tradición sostiene que el muérdago no debe reposar en superficies estáticas, como mesas o estanterías, porque su energía protectora necesita estar en un punto de tránsito.

Además, al ponerlo en un jarrón se rompe uno de los principios simbólicos más antiguos del muérdago: su conexión con lo alto. Dejarlo reposar sobre una superficie se consideraba una forma de «desactivar» su poder protector.

La puerta: el lugar correcto según la tradición

La puerta de entrada es el lugar donde, según la tradición, se debe colocar el muérdago para atraer la suerte, ya que la puerta representa el límite entre el exterior y el interior, entre lo que llega de fuera y lo que se protege dentro del hogar.

Por un lado, actúa como amuleto protector, impidiendo la entrada de malas energías, envidias o conflictos. Por otro, se cree que atrae la buena fortuna, la salud y la armonía para quienes cruzan ese umbral. En muchos países del norte de Europa, el muérdago se cuelga justo encima del marco de la puerta principal, donde permanece durante todo el invierno. Tras el equinoccio de primavera, se retira como parte de un pequeño ritual de cierre y renovación.

El ritual del beso bajo el muérdago

Una de las tradiciones más populares asociadas al muérdago es la del beso. Según la costumbre, dos personas que se encuentren bajo el muérdago deben besarse, lo que traerá amor y buena suerte.

Antiguamente, el beso bajo el muérdago se producía al cruzar el umbral de una casa, simbolizando la bienvenida, la reconciliación y la unión. Colocarlo en la puerta, por tanto, no sólo atrae la suerte en términos generales, sino que también refuerza los vínculos afectivos entre quienes habitan la casa y quienes la visitan.

Cómo colgarlo en la puerta

Para respetar la tradición, el muérdago se debe colgar en la parte superior de la puerta principal, preferiblemente en el centro del marco. No es necesario que sea grande ni excesivamente llamativo; lo importante es su ubicación.

Se recomienda colgarlo de forma natural, con una cuerda o cinta discreta, evitando apoyarlo directamente sobre clavos visibles o elementos metálicos muy llamativos, ya que estos podrían romper la armonía simbólica del amuleto.

Si la puerta da directamente al exterior, el muérdago se puede colocar en la parte interior del marco para proteger el hogar desde dentro. En viviendas donde no sea posible colgarlo en la puerta principal, se considera válido situarlo en el acceso a la zona más importante de la casa, como el salón, siempre que esté en un punto de paso.

Más allá de supersticiones, el muérdago sigue siendo un símbolo poderoso de protección y renovación. Colocarlo en la puerta actúa como recordatorio de la intención con la que se inicia el nuevo año: dejar fuera lo negativo y permitir que entren la suerte, la salud y las buenas relaciones.

Hoy en día, es posible combinar tradición y estética sin renunciar a ninguna de ellas. El muérdago se puede integrar en la decoración de la puerta con guirnaldas, luces suaves o elementos naturales. De esta manera, se mantiene viva una costumbre ancestral adaptándola al estilo de cada hogar. La clave está en recordar que, según la tradición, el muérdago no cumple su función sobre la mesa ni en un jarrón.

Colocarlo en la puerta no garantiza milagros, pero sí conecta con una tradición que durante siglos ha representado esperanza, protección y buenos deseos. Y, al final, ese es el verdadero poder del muérdago: recordarnos que el hogar es un espacio que se cuida, se protege y se llena de buenas intenciones para el año que comienza.

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